“Ya que das el paso, debes hacerlo positivamente”

Su primera experiencia migratoria fue dejar Valencia para residir 10 años en Madrid. Después, una visita a una amiga en Bristol (Inglaterra) se convertiría en una aventura en la que ya lleva embarcado los últimos dos años. Recepcionista en un hostel y fotógrafo, Ricardo confía en la importancia de emprender viaje con optimismo y entusiasmo.

¿Cómo es la ciudad en la que vives?

Bristol es una ciudad que ofrece una  amplia vida cultural, mucha actividad, gente interesante, un trabajo digno y que me permite vivir independiente en mi propio apartamento en el centro. Si bien, no es tan grande como Londres, es suficientemente grande como para tener un evento cultural y de ocio diferente cada fin de semana. Aquí hay mucha población española debido al buen clima y los vuelos directos desde varias ciudades de España. Aunque al principio era reticente a relacionarme con paisanos, luego me di cuenta que lo que me costó años en Madrid, aquí lo conseguí en tres meses:un grupo de amigos con los que formar una particular familia.

¿Cómo ha sido tu adaptación a la cultura y las costumbres del lugar?
La adaptación cultural creo que es la más complicada. Los primeros meses piensas que lo mas duro es el clima, pero te habitúas enseguida. En cambio, cuando llevas más de un año te vas dando cuenta que el carácter inglés es bastante diferente y esa frialdad es compleja a la hora de establecer amistades. Una vez entiendes las “reglas” todo va rodado. Eso sí, después de dos años y aún teniendo novio inglés, sigo cenando en horario español, soy incapaz de hacerlo a las 7 de la tarde.

¿Qué le recomendarías a alguien que quisiera probar suerte en esta ciudad?
La única recomendación sería que no vinieran sin hablar inglés. Por mi experiencia en el trabajo he visto situaciones complicadas. Encontrar empleo no es tan fácil como mucha gente piensa. Por otra parte, creo que cualquier persona que quiera salir de su país a probar suerte tiene que estar abierta a nuevas experiencias y costumbres. Es una perdida de tiempo, energía y felicidad, sentirte “obligado” a dejar tu ciudad y encima culpar al mal clima o la  comida que añoras. Creo que ya que das el paso, debes hacerlo positivamente y disfrutando de las costumbres de tu nuevo entorno. Agradecer lo que tenemos ayuda, sin duda, al éxito personal.