Workplace, ¿Facebook en la oficina?
Workplace o “Facebook at work”, como se lo conoció durante su período de prueba, es una de las últimas novedad y desafíos que se ha planteado Mark Zuckerberg: lograr lo imposible, ¡que las compañías pidan a sus empleados que usen Facebook!
Sí, suena surrealista especialmente teniendo en cuenta que desde sus inicios esta red social ha sido una de las principales amenazas para las empresas, que han implementado toda clase de medidas para evitar que los empleados pasen tiempo entretenidos con las fotografías y comentarios de sus amigos.
Claro que Workplace no es exactamente lo mismo que el tradicional Facebook. Esta nueva red tiene por objetivo lograr que estemos mejor conectados con los compañeros de trabajo, buscando afianzar la comunicación en el equipo y transformar esa suerte de “ocio” en algo más productivo (o, lo que es lo mismo, hacer del trabajo algo más entretenido).
Conectar a todos en la empresa (sin división de jerarquía o sector) y convertir las ideas en acción es parte de la propuesta que trae la nueva aplicación. Workplace, además, es un espacio de trabajo libre de anuncios e independiente de las cuentas personales de Facebook. A través de los grupos de discusión, compartiendo noticias y avances de proyectos o haciendo uso de las llamadas de voz y video, esta iniciativa pretende mejorar el modo en que se trabaja en todas las organizaciones.
“Es una aplicación pero yo pienso en ella más como una forma de dirigir una compañía”, señala Mark Zuckerberg en la página de presentación de Workplace. Así, el Fundador de Facebook parece apostar fuertemente por insertarse en el sector empresarial, del que la red tradicional fue vedada desde el comienzo.
Lograr que Workplace sea tan adictiva como Facebook, aumentar el número de seguidores y profundizar el “engagement” de sus usuarios, es el inmenso desafío que esta nueva red social profesional tiene por delante. El éxito o el fracaso de la iniciativa aún está por verse.