El actor y director neoyorkino, que el próximo 1 de diciembre cumplirá 80 años, ha logrado batir records en producción; y aunque no todas sus obras denoten el mismo nivel de creatividad y brillo, ciertamente dejan claro que una de las claves de su éxito es la perseverancia y una infatigable actitud de trabajo.
El afamado director, que ha hecho del sarcasmo y la ironía dos de sus marcas personales, continuamente extrema el peso de su disposición al trabajo como el factor determinante a la hora de explicar sus logros profesionales. “El 80% del éxito consiste en estar allí”, declaró, quizás queriendo indicar que su predisposición y tenacidad son el verdadero motor de sus logros.
“Si no estás fracasando una y otra vez es que no estás haciendo nada innovador“, destacó en otra oportunidad el hiperactivo director que ciertamente parece temerle mucho más a la pasividad que al fracaso.
Pero no han sido esas las únicas oportunidades en que hemos leído a Allen intentando desentrañar las claves que explican su destacado desempeño laboral: “No sé la clave del éxito, pero la del fracaso es intentar complacer a todo el mundo”, señaló en otra ocasión. Una declaración que bien podría complementar sus anteriores referencias al éxito, indicando que tener un criterio propio es otro componente destacado de esta fórmula.
Finalmente, Woody nos sorprenderá declarando con gran ironía que: “Lo único que me separa de la genialidad soy yo mismo” y cerrando, tal vez, su propia ecuación del éxito. Fórmula en la que el resultado final pareciera depender en un 100% de nosotros mismos.
