Sonia Chaves es periodista y una de las miles de jóvenes formadas que han emigrado durante estos últimos años. Vive y trabaja en Amstelveen (Holanda). Ella y su pareja emigraron por “la experiencia de vivir en otro país”. Actualmente, trabaja en el departamento web de una multinacional, en el que se encargan del CMS (sistema de gestión de contenidos, en sus siglas en inglés). Explica su experiencia a través de su blog de viajes La Zapatilla.
¿Cuándo y por qué decidiste emigrar?
La primera idea de emigrar surgió a mitad de 2008. Con mi pareja nos apetecía un cambio y la experiencia de vivir en otro país era tentadora. A diferencia de muchas personas que han emigrado en los últimos años no lo hicimos para escapar de la crisis sino más bien por vivir una experiencia nueva, aunque la crisis ha hecho que nos quedemos más tiempo del planeado. De hecho, en un principio habíamos pensado mudarnos a Canadá pero nos frenó el tema burocrático. Irse a vivir a un país fuera de la Unión Europea conlleva muchos más trámites y dificultades, así que decidimos buscar alternativas, y en ellas apareció Holanda, donde nos podíamos mudar y encontrar trabajo hablando sólo inglés. Esto era muy importante pues nos íbamos a mudar sin trabajo.
¿Qué has aprendido durante estos años?
Vivir fuera te da otra perspectiva de lo bueno y lo malo de tu propio país, en algunos temas considero que Holanda nos lleva mucha ventaja, por ejemplo en materia de educación o gestión de la administración pública, pero también he aprendido a apreciar muchas cosas que damos por garantizadas, como un sistema social muy bueno, el valor de la familia, el clima, la comida…
¿Llegaste con trabajo? ¿Cómo lo encontraste?
Mudarse con trabajo es siempre la mejor opción pero no siempre es posible. En mi caso y el de mi pareja ambos nos mudamos sin trabajo. Teníamos unos ahorros y muchas ganas de vivir la experiencia pero también asusta mudarte a otro país sin nada. Debo decir que a principios de 2009 no había ni atisbo de crisis en Holanda (creo que el paro rondaba el 3%) así que nos fue fácil encontrar trabajo los dos. Para mí, la clave fue buscar mucho en agencias de empleo internacional y buscadores de trabajo, pero también directamente en empresas internacionales.
¿Qué és lo mejor y lo peor de este país?
Lo mejor de Holanda, sin duda, es la calidad de vida. La gente vive tranquila. El hecho de poder moverse en bici a todas parte, tener jornadas laborales que, en general, se puedan compaginar con tu vida privada y familiar es algo que realmente marca el ritmo de vida de forma positiva. ¿Lo peor?El clima. Ya no es tanto el frío o la lluvia lo que me molesta como la falta de luz durante los meses de otoño e invierno. La verdad es que esa falta de luz te apaga y es lo que se lleva peor de vivir aquí.
¿Qué dificultades te encontraste cuando llegaste al país?
Para mí una de las dificultades más grandes a la que tienes que enfrentarte al mudarte a Holanda es el idioma. Aunque casi todo el mundo aquí habla inglés, el holandés es el idioma oficial y, cada vez más, las empresas son más exigentes con el hecho de que se debe hablar holandés para trabajar. Sin hablar holandés puedes vivir en Holanda pero nunca estarás 100% integrado.
