“Vivir en un país diferente al tuyo debería ser casi una obligación”

María Eugenia es periodista y no pensaba marcharse de España, pero un día su marido recibió una importante oferta profesional en Londres. Junto a él y sus dos hijos emprendió una nueva aventura que, en sus comienzos, resultó bastante complicada. Hoy, tres años después de haber tomado la decisión de emigrar, nuestra protagonista ha superado todos sus miedos y está muy contenta con su nueva vida y su nueva profesión: enfermera de clínica dental.

¿Cuándo y por qué decidiste emigrar a Londres?

Hace ahora tres años a mi marido le salió una buena oportunidad de trabajo en Londres. No fue, por tanto, una decisión personal, sino familiar. Digamos que todo se puso a favor… La oferta de trabajo, el hecho de que yo llevase casi seis meses en el paro después de que mi empresa hubiera hecho un ERE y no tuviera “ataduras profesionales” en España; o que nuestros hijos eran pequeños y pensamos que su adaptación sería fácil…

¿Te costó adaptarte a tu nueva vida?

La verdad es que bastante. Digamos que mi llegada a Londres se produjo en un momento en que personalmente estaba todo muy “patas arriba”. El hecho de perder mi trabajo en España me dejó muy tocada y cuando más o menos estaba acostumbrándome a mi nueva vida, decidimos venirnos a Londres. Al principio lo pasé mal. Me veía en casa, lejos de todo y de todos, sin trabajo, haciendo, además, que mis hijos llevasen el cambio lo mejor posible… Pero, poco a poco, todo empezó a encajar y un día me di cuenta de que estaba contenta, de que me gustaba mi nueva vida.

¿Tenías trabajo al llegar allí?

No, en realidad mi primer trabajo en Londres fue ayudar a que el resto de mi familia se adaptase. Después de unos meses sí empecé a buscar trabajo activamente, pero fue mucho más difícil de lo que pensaba. Yo soy periodista y aquí tenía difícil encontrar un puesto relacionado por la comunicación, debido al idioma. Aunque mi inglés no es malo, no soy bilingüe y eso pesaba mucho. Por eso, tras pasar unos meses algo perdida, pensando en qué podría hacer realmente con mi vida (laboralmente hablando), decidí cambiar radicalmente de tercio y empecé a estudiar el Diploma en Enfermera de Clínica Dental. La verdad es que fue una decisión muy acertada porque rápidamente empecé a trabajar como enfermera en una clínica… ¡y me encanta!

¿Qué es lo mejor de la experiencia de vivir en esta ciudad?

A mí me ha demostrado que somos capaces de todo. Que por muy difíciles que se pongan las cosas, siempre hay algo positivo. Vivir en Londres nos ha abierto oportunidades laborales, culturales y sociales. Estoy muy orgullosa de ver cómo mis hijos se han adaptado perfectamente y son completamente bilingües. Mi marido está teniendo mucho más reconocimiento y proyección laboral de la que habría tenido en España. Y yo he sabido reinventarme de una forma en que, estoy segura, no lo habría hecho de seguir viviendo en Madrid. Además, estamos conociendo a mucha gente de diversas partes del mundo, lo que ha ampliado mucho nuestro círculo social.

¿Y lo más difícil hasta el momento?

Quizá el idioma. Como decía antes, puedo hacer una vida plena aquí pero no soy capaz de comunicarme como me gustaría. Yo, que soy una persona muy abierta y comunicativa, me siento muy frustrada en ocasiones. En ese sentido, me he vuelto más reservada, no soy tan abierta, tan espontánea como suelo ser “en español”. También, por supuesto, se echa mucho de menos a todo el mundo. A tu familia, a tus amigos… Perderte los cumpleaños, las cenas, las salidas, los nacimientos… duele un poco.

¿Qué planes tienes para el futuro?

Uff! Lo más inmediato es aprobar mis exámenes para ser enfermera diplomada. A medio y largo plazo lo cierto es que no tenemos planes. Procuramos disfrutar de lo que tenemos y vamos tomando decisiones según va llegando el momento.

¿Te ves de vuelta en España?

Sí, aunque no sé cuándo. En el momento en que llegué aquí me puse la fecha límite de dos años para volver. Ahora reconozco que no se puede vivir en un sitio menos de ese tiempo para poder sacar jugo a la experiencia. Lo cierto es que estamos muy cómodos y la situación en España tampoco invita a volver. Algunos días me encantaría retomar mi vida allí, pero pensando con la cabeza fría, aquí estamos consiguiendo tantos retos que se hace difícil dejarlo a medias solo por el hecho de volver.

¿Qué recomendarías a alguien que quiera probar suerte en Londres?

Que se venga. Que no lo piense mucho, aunque sin hacer locuras. Londres es una ciudad con muchas oportunidades y, si realmente quieres, puedes hacer algo interesante. Pero ¡ojo! No es “El Dorado” y la vida aquí es carísima.

A cada uno le mandan sus circunstancias pero creo que vivir en cualquier país diferente al tuyo debería ser casi una obligación.