Si estás trabajando o buscando empleo, lograr que las 24 horas del día sean realmente productivas no siempre te resultará una tarea sencilla. Aumentar nuestra productividad, mantenernos activos y con energía, a pesar de las actividades y preocupaciones diarias, tiene sus secretos que incluyen tanto un buen descanso como una vida más saludable.
Hoy te contamos la primera parte de esas claves que podrán ayudarte en tu productividad diaria, a estar más activo y exprimir al máximo cada hora:
- Dormir y descansar: El sueño reparador es esencial para encarar la jornada con energías. Algunos secretos para conseguirlo son sencillos de realizar y convertirlos en rutina. Ello te acercará a una vida más saludable y menos estresante:
- Dejar el trabajo fuera de la habitación: vale tanto para los artículos electrónicos como los móviles, tabletas y ordenadores así como para las carpetas y papeles de oficina. Dejar de utilizarlos unos 45 o 60 minutos antes de ir a la cama hará que tu cuerpo y tu mente se preparen para descansar.
- Leer: una novela o alguna lectura que induzca el sueño es un acompañante ideal para los minutos previos antes de dormir. Algunas personas también recomiendan aprovechar estos momentos para vaciar la mente de los pensamientos estresantes del día. Un diario personal o una libreta de apuntes puede ser muy útil para este último caso.
- Una ducha tibia: suele ser buena recomendación para relajar los músculos y prepararnos para un descanso completo.
- Música: oír música tranquila o sonidos propios de la naturaleza es para muchos una forma de entrar en estado de relajación mental y favorecer el sueño.
- Un buen colchón: no es un detalle mínimo sino esencial para garantizar el descanso.
- Levantarnos de buen ánimo: una buena rutina diaria te ayudará a lograrlo. Ir a la cama y levantarnos cada día a la misma hora permite que nuestro cuerpo se acostumbre a los horarios y naturalmente busque su descanso en esos momentos.
- Comienza de a poco: si tu objetivo es levantarte a las 8 de la mañana pero te resulta muy difícil mantener esa determinación. Comienza adelantando el despertador 15 minutos hasta lograr el primer acostumbramiento y luego sigue avanzando de esta manera hasta llegar al horario deseado.
- Crea un compromiso: Ponte tareas o pequeñas asignaturas a cumplir tan pronto te levantes. De esta manera estarás más motivado para hacerlo.
- Un buen comienzo: Empieza tu rutina de manera suave y agradable. Una ducha refrescante, un buen desayuno y tal vez alguna lectura, son algunas de las formas de iniciar el día con tranquilidad y prepararse para una jornada activa.
- Ejercicios matutinos: Realizar una actividad física por las mañanas, preferentemente antes de tomar un buen desayuno es una recomendación que te beneficiará tanto tu rendimiento como tu salud física y mental.
- Apúntate en una actividad que realmente disfrutes. Así tendrás una motivación extra para levantarte.
- Consigue un compañero. Es mucho más difícil dejarse seducir por la pereza cuando tenemos un compañero esperando por nosotros. Además, el sentirte acompañado es un motivación adicional.
- Agenda esta actividad entre las demás responsabilidades del día, ya que será un compromiso contigo mismo.
- Prepárate. Facilita tu despertar dejando todos los materiales necesarios para tu actividad preparados desde la noche anterior.
- Recompénsate. Al regresar a casa, ocúpate de saborear un buen desayuno, saludable y gratificante. Tu esfuerzo lo merece.
