Viajes de incentivos: recompensar el buen trabajo y hacer equipo
En nuestra sección Afterwork siempre nos acercamos a actividades que podemos realizar con nuestros compañeros de trabajo en un entorno más distendido que la oficina. Suelen ser actividades que promueve la Dirección de la propia compañía (o el líder de un equipo) con el objetivo general de que los miembros del equipo puedan estrechar lazos. Cada actividad, no obstante, trabaja diferentes aspectos y cualidades. Hoy os hablamos de los viajes de incentivos.
Los viajes de incentivos van desde escapadas de dos días en la propia región en la que trabajamos hasta viajes internacionales de larga duración. Son viajes financiados por la propia compañía y que tienen, habitualmente, un doble objetivo: recompensar el trabajo bien hecho y fomentar las buenas relaciones entre los miembros del equipo.
Por una parte, los viajes de incentivos suelen organizarse cuando un determinado equipo o departamento de la compañía consigue cumplir con los objetivos marcados con un éxito notable. Se trata de una recompensa que la Dirección de la compañía ofrece a todos aquellos que se han esforzado para conseguir cumplir los objetivos. En este caso, el viaje servirá a todos los empleados para celebrar el éxito de forma conjunta. Pero a la vez, también se estarán trabajando las relaciones de equipo.
Por otra parte, los viajes de incentivos también pueden ser utilizados para motivar a un equipo. Muchas veces, las compañías organizan esos viajes para compartir con sus empleados los objetivos que se deben conseguir y trasladarles la motivación necesaria para conseguirlos. En ese caso, también se estará haciendo equipo, cargándolo de la energía necesaria para asumir los nuevos retos.
Normalmente, en estos viajes se programan algunas conferencias o reuniones de trabajo, se deja tiempo para el turismo, con visitas guiadas a los principales atractivos turísticos, y también se organizan actividades al aire libre como competiciones deportivas o juegos de rol.
