5 reflexiones que hacer antes de trabajar para un amigo

Trabajar para un amigo puede parecer no sólo una alternativa al desempleo, sino además una entretenida manera de ganarnos la vida compartiendo tiempo con él. Sin embargo, no es oro todo lo que brilla y, por tanto, vale la pena tener en cuenta los pros y las contras de esta situación:

1. Debilidades y fortalezas: generalmente, cuando un amigo nos ofrece un empleo sabemos que él conoce nuestra personalidad, nuestras aspiraciones, aquellas cuestiones en las que somos buenos y en las que no tanto. Y si ese no fuera el caso, igualmente nos sería mucho más sencillo hablarlo con él antes que con un entrevistador. Pero, a pesar de ello, debemos tener presente que cuando trabajemos para nuestro amigo seremos un empleado más, como el resto de la plantilla, y es muy probable que también a veces se nos solicite realizar tareas que no sean nuestras favoritas o con las que no nos sintamos tan cómodos. Nuestro amigo, seguramente, querrá lo mejor para nuestro crecimiento profesional, pero también es un emprendedor que desea salir adelante con su negocio. Es importante, como empleados, estar verdaderamente preparados y predispuestos a cooperar con el resto del equipo de trabajo sin esperar tratamientos diferenciales.
2. Comunicación: la amistad con nuestro jefe, sin dudas, hará que nos resulte mucho más sencillo comunicarnos fluidamente y ser creativos. Cuando todo marche bien, el ambiente de trabajo producto de la confianza será mucho más relajado y nos sentiremos libres de expresar nuestras opiniones e ideas. Sin embargo, también hay temas que pueden ser más difíciles de hablar cuando existe una amistad de por medio. Piensa que tendrás que tratar con tu amigo cuestiones referidas a tu salario o a aquellas partes de tu trabajo que no te agradan o que preferirías no hacer. Igualmente, él deberá hablar contigo cuando no esté conforme con tu rendimiento o cuando considere que incumples con alguna parte del contrato. Tendrás que adaptarte a esta nueva jerarquía y comprender que es tu amigo quien decide cómo se debe trabajar dentro de la empresa.
3. Tiempo juntos: en definitiva, esta es una de las cuestiones que hacen de la oferta de trabajo algo tan apetecible. Poder compartir las horas de trabajo con una persona a quien realmente aprecias, con quien reír y disfrutar buenos momentos y que seguramente te hará sentir que trabajar puede significar mucha menos presión de la que estás acostumbrado. Pero es primordial que aprendas a separar el trabajo de la amistad. Ya que es muy probable que cuando tu jefe te reclame, critique o corrija demasiado, ya no te sientas tan feliz de compartir la hora del almuerzo con él. Si no estás preparado para aceptar que los temas del trabajo refieren estrictamente a ello y no deben deslizarse al terreno personal ni de amistad, será muy difícil mantener la relación laboral y peligrosamente probable que finalmente te encuentres sin trabajo y sin amigo.
4. Voz y voto: al contrario de la gran mayoría de los empleos, en los que te llevaría años acceder a puestos en los que poder opinar sobre el desempeño de la empresa o su futuro, seguramente ahora tendrás más oportunidades de expresar tus puntos de vista a tu jefe y lograrás influir sobre decisiones importantes del negocio. Pero, si bien tu opinión será bienvenida en muchos momentos, la última palabra siempre le corresponderá a tu amigo. Nuevamente, es importante recordar que no estarás en el mismo nivel de autoridad y responsabilidad que él y que, por tanto, por más que estés en desacuerdo con sus elecciones, deberás respetar su decisión final.
5. Espera lo mejor pero prepárate para otros escenarios. Se realista al considerar tu futuro laboral. Piensa que, si bien habrá momentos de progreso y alegría, también pueden existir tiempos difíciles de discusiones e incluso puedes renunciar o resultar despedido. Debes estar preparado para enfrentar estos impactos negativos en tu trabajo intentando que afecten al mínimo tu relación de amistad.

Habrá muchas ventajas pero también situaciones conflictivas cuando trabajemos con un ser querido. Para no perjudicar nuestro desarrollo profesional, nuestro desempeño laboral y, especialmente, una amistad de toda la vida, reflexionar profundamente sobre los pros y los contras de esta situación será un acto de responsabilidad y cariño para con nosotros mismos y para con nuestro amigo.