Utiliza tu “brújula de carrera”
Una vez terminados los estudios, cada uno suele tener en mente un plan de carrera que desarrollar o bien ciertos objetivos de empleo a corto, medio o largo plazo. Sin embargo, no es extraño que también nos sintamos a veces confundidos, especialmente en momentos de relativa escasez de empleo, que hacen más difícil hacer planteamientos realistas. Además, aunque sigamos nuestro mapa de carrera podemos encontrarnos muchos imprevistos y oportunidades que nos descoloquen.
Por ello, puede sernos muy útil abandonar la rigidez del mapa y adoptar una estrategia más flexible, lo que podríamos denominar “brújula de carrera”. Esta estrategia nos permite marcarnos una orientación, que puede incluir un abanico de temáticas y sectores que nos parezcan interesantes, lo que nos será útil para irnos redirigiendo según surjan las oportunidades.
Para diseñar nuestro plan de carrera, debemos marcarnos unas prioridades a nivel genérico, entre las que se deben incluir aspectos como si preferimos el trabajo en equipo o el individual; si ponemos por delante nuestra vida familiar y personal o el crecimiento profesional; si somos personas que preferimos la acción y el riesgo o la serenidad y la calma; si preferimos opciones arriesgadas u opciones conservadoras, y, por último, si anteponemos ganar más dinero o seguir nuestra pasión.
Si tenemos claras nuestras prioridades a nivel conceptual, nos será más fácil irnos moviendo y evolucionando hacia el lugar en el que queremos estar y, además, iremos consiguiendo logros a medio plazo que nos ayudarán a sentirnos más seguros y satisfechos de nuestro trabajo y nuestra vida profesional.