En 2013 y antes de finalizar su carrera, Erika (Zaragoza) decidió tomarse un año para conocer de primera mano la experiencia de vivir en Estados Unidos. Trabajando como au pair –persona acogida temporalmente por una familia para cuidar a sus niños- pudo darse este gusto, mejorar su inglés y vivir experiencias muy enriquecedoras. Desde su blog, “La Maleta de una Au Pair” invita a descubrir esta modalidad de viaje y trabajo; y hoy, comparte con nosotros detalles de sus vivencias en Norteamérica.
¿Por qué decidiste ir a Washington?
Decidí ir cuando estaba a punto de terminar la carrera y vi que las expectativas laborales no eran demasiado buenas en España. Entonces empecé a investigar cuáles eran las opciones más viables para jóvenes: A leer historias, blogs, noticias, y así descubrí el mundo au pair. Siempre me había sentido atraída por la cultura norteamericana y había tenido ganas de viajar a Estados Unidos, pero era demasiado caro. Así que irme como au pair a Norteamérica era un modo de descubrir el país de forma más económica, y además, una manera también de mejorar mi inglés.
¿Tenías empleo al llegar? ¿Cómo lo conseguiste?
Sí. Todos los trámites para irse como au pair a Estados Unidos se hacen desde tu país, a través de una de las catorce agencias autorizadas por el gobierno norteamericano. Necesitas un visado para poder estar allí más de tres meses -que es el tiempo máximo que se puede estar como turista-, por lo que las agencias te ayudan a tramitar todo el papeleo necesario para trabajar allí sin problema.
¿Qué fue lo mejor de la experiencia de vivir en Washington?
Mi experiencia fue muy buena y cumplí mi objetivo con el inglés. Me gustó mucho el ambiente de la zona, la calidez de la gente y la multiculturalidad que había. Mejoré mucho mi nivel de inglés y perdí el miedo a hablar y, sobre todo, a pronunciar con acento, algo que creo que en España nos echa para atrás por vergüenza a intentar pronunciar bien. Conocí a gente de muchos países, pude recorrer el país de costa a costa en un viaje durante un mes y experimenté de cerca todas las “americanadas” que estamos acostumbrados a ver en las películas.
¿Te costó adaptarte?
La verdad es que no. Al principio todo es distinto, pero a la vez todo te es familiar, por haberlo visto antes en televisión. La gente suele ser muy abierta y está acostumbrada a convivir con personas de muchos países, por lo que la adaptación se hace más fácil y no te sientes como un inmigrante. Al menos esta fue mi percepción. Y espero que nuestro país avance en este sentido cuando empiece a volver la gente que se ha ido a otros países. Porque ayuda y facilita muchísimo la integración y se agradece enormemente. Además, al ser un país tan grande y multicultural, siempre encuentras un ambiente en el que te sientas cómodo y gente con quien compartir tus aficiones o tus gustos.
¿Cómo describirías las costumbres del lugar? ¿Cuáles son las principales diferencias con España?
Depende de dónde vayas, porque el país tiene un tamaño enorme y la diversidad que hay no se puede comparar tan fácilmente. Pero, por lo general, la gente es muy abierta y muy educada, aunque mantienen las distancias. Te tienden la mano para ayudarte en todo lo que esté a su alcance y siempre tienen una sonrisa para agradecer cualquier gesto. Esto se vive en el día a día y, especialmente, en la atención al cliente. Puedes ir a cualquier parte, a un restaurante, a un bar, a un supermercado y siempre vas a encontrarte con empleados muy educados y atentos con tus necesidades. Por otro lado, hay diferencias en el horario de las comidas. Desayunan, comen y cenan antes que en España. Suelen hacer vida familiar en la cena, más que en la comida. Normalmente, comen en el trabajo. Y es habitual hacer barbacoas vecinales y familiares. Aunque también tienen aspectos no tan buenos como la sanidad o los servicios sociales.
¿Qué le recomendarías a alguien que quisiera probar suerte allí?
Recomendaría ir, probar la experiencia, ver si les gusta o no y poder decidir de primera mano. Creo que merece la pena y que es una buena forma de mejorar el inglés, conocer a gente de todo el mundo y vivir durante un tiempo la cultura norteamericana de cerca. Es un país con infinidad de posibilidades.
