Una alternativa laboral y sustentable
El abandono de tierras por falta de rentabilidad económica se había convertido en una problemática por partida doble para la Diputación de Valencia: por un lado, las tierras se volvían improductivas, dejando a gran cantidad de trabajadores sin empleo y a su vez, se convertían en espacios vulnerables a posibles incendios y plagas.
Por ello, la iniciativa del Banco de Tierras se ha recibido con entusiasmo al plantear una solución a estas dos cuestiones. La idea se basa en un registro administrativo para facilitar el contacto entre propietarios de parcelas y personas interesadas en cultivarlas. La propuesta ya ha comenzado a desarrollarse en Gestalgar, Beniarjó y Benifaió y se ampliará luego al resto de las poblaciones interesadas.
Así, el Ayuntamiento crea un registro municipal denominado ‘Banco de tierra’ y la Diputación es la encargada de proporcionar los recursos materiales para su promoción: paneles, jornadas, folletos, carteles y habilitación de puntos de información provincial para atender consultas ciudadanas.
Los terrenos pueden encontrarse en estado de abandono o en producción y se ofertan principalmente a personas que deseen cultivar tierras. Por su parte, el acuerdo económico, plazo de arrendamiento y demás condiciones serán libres y dependerán exclusivamente de las partes interesadas.
Distintas autoridades de la provincia destacaron los beneficios del programa, entre los que se incluyen las mejoras paisajísticas, frenar el cambio climático, evitar incendios y plagas y dar nuevas oportunidades a los desempleados de la región.