“Tener compañeros de todo el mundo enriquece”
Juan Buzón es sevillano y tiene 31 años. Actualmente vive en Manila (Filipinas), donde trabaja en el departamento de Atención al cliente de una multinacional del sector de transporte marítimo. A pesar de reconocer las grandes diferencias que separan a España de Filipinas, Juan nos cuenta en primera persona cómo ha logrado adaptarse perfectamente y su satisfacción por la oportunidad laboral que ese país le ha brindado.
A pesar de toda la investigación online que había realizado y todas mis elucubraciones, llegué a Filipinas sin mucha idea de lo que me iba a encontrar, tanto en el país como en el trabajo. En Manila, descubrí una ciudad caótica e inabarcable, con un clima agobiante y completamente distinta a cualquier otra que conociera. Hay enormes contrastes que se pueden apreciar a nivel de calle y mucho más una vez se va conociendo la sociedad filipina. La población consiste en una mezcla de razas asiáticas de distintas culturas, con mucha influencia de Estados Unidos y una herencia española, estilo criollo, que se nota en muchos aspectos, como los nombres, el lenguaje o la religión. En síntesis, caos, mezcla y contrastes.
Sin embargo, me he adaptado muy pronto, aprendiendo cómo funciona este país y cuáles son las costumbres de sus habitantes. Se aprende a evitar los inconvenientes, como el tráfico y el calor, y a aprovechar las ventajas, como los bajos precios, la amabilidad de la gente y los atractivos del país. Por otra parte, hay muchos expatriados, y entre ellos una buena comunidad de españoles, con lo que uno se siente un poco menos lejos de casa. En resumen, estoy muy integrado y muy contento viviendo aquí, a pesar de los inconvenientes y diferencias que pueda haber (por ejemplo, ¡la comida!).
Respecto a mi trabajo, estoy muy satisfecho. Se trata de una gran compañía, con una sólida imagen, en la que las oportunidades de hacer carrera son reales. A pesar de ser un sector completamente nuevo, me doy cuenta de que en seis meses he aprendido mucho sobre él, gracias al interés que se pone en formar a los empleados y en asignar responsabilidades de una manera flexible, en función de la capacidad de cada uno, en cada momento de su carrera.
Dentro de mi departamento, estoy situado en el área que representa, quizá, un mayor desafío por la complejidad de la tarea y la carga de trabajo, pero al mismo tiempo contamos con todos los recursos que necesitamos: formadores de fuera que nos visitan, programas de training específicos, apoyo constante desde los distintos departamentos y los centros de Front Office e, incluso, visitas a los países a los que damos servicio para conocer de primera mano a nuestros clientes y mejorar nuestros procesos. Además, el ambiente es muy bueno en las oficinas y resulta muy enriquecedor tener compañeros de todas las partes del mundo con los que trabajar día a día.
En resumen, estoy muy contento. El trabajo, que es mi principal interés aquí, está yendo muy bien y, en cuanto al país, he logrado adaptarme y disfrutar de lo que tiene para ofrecer.
