¡Pues no lo pienses más! El precio de la gasolina, que se ha disparado en los últimos años, los atascos y las altas tasas de contaminación que amenazan a las grandes ciudades son las principales razones que han ido relegándolo a un segundo plano. La principal alternativa al automóvil siempre ha sido el transporte público, pero en los últimos años el uso de la bicicleta como medio de transporte habitual se ha generalizado. Y no es de extrañar: desplazándote en bicicleta puedes ahorrar dinero, ganar en salud y ayudar al medioambiente. ¿Te parecen pocas razones para sumarte a la fiebre del pedaleo?
Para empezar, debes tener una bici. Eso, si no tienes la suerte de vivir en una de las ciudades en las que se ofrece un servicio de alquiler de bicicletas públicas, como Madrid, Barcelona, Sevilla o Pamplona, entre otras.
Tanto si te decides por una bicicleta nueva como una de segunda mano, seguro que en seguida rentabilizarás tu inversión.
Todo ventajas
Estas son algunas de las muchas ventajas que te aportará moverte en bicicleta por la ciudad:
- Si hasta ahora ibas en coche o en moto, ahorrarás en gasolina, seguro anual y averías.
- Si utilizabas el transporte público, dejarás de pagar el precio del billete, que cada día es más elevado.
- Dejarás de pagar la cuota del gimnasio porque te tonificarás en cada trayecto.
- Ganarás en salud.
- Reducirás la contaminación ambiental de la ciudad en la que vives, con lo que todos podrán respirar un aire más puro.
- Al producir menos ruido y nada de electricidad, estarás siendo mucho más sostenible.
- Te ahorrarás atascos.
- Ahorrarás tiempo buscando aparcamiento.
- Llegarás al trabajo con mucha adrenalina y listo para encarar los retos diarios con energía.
Incluso, si te decides, puedes animar a algunos de tus compañeros a que lo pedaleen contigo y compartir parte del trayecto o incluso realizar algún recorrido interesante al salir del trabajo o aprovechando el parón del mediodía, convirtiéndolo en una agradable y saludable actividad de afterwork.
