Suralgae, algas de la Bahía de Cádiz al plato
Espárrago de mar fresco, tostas de algas, mayonesa marina de algas, además de la lechuga de mar o un mixto de algas. Son algunos de los productos que comercializa la empresa Suralgae, ubicada en la Bahía de Cádiz. Detrás de ella hay cuatro mujeres (Consuelo, Mónica, Raquel y Arantxa,) que, tal y como explican en la presentación de la empresa en su página web, durante sus estudios sobre los recursos naturales y la gastronomía, “vieron las posibilidades que ofrecía el litoral gaditano”. Fue sobre el 2007, cuando estas universitarias vieron en las salinas del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, entonces abandonadas, un hobby que se acabaría convirtiendo en su modo de vida: la recolección y venta de algas para el consumo humano.
Una de las cosas que les definen es su modo de trabajar. La empresa, explican, lleva a cabo una cuidadosa recolección mediante técnicas que no alteran el medio. Apuestan por un trabajo artesanal y una cuidadosa selección, gracias al cual consiguen la máxima calidad. Son ellas mismas, socias del negocio, las que salen a recolectar y después trabajan en la planta para procesar todo el producto y transformarlo. Destacan por una apuesta por el diseño minimalista de los envases gracias al cual, según explican, transmiten su personalidad de marca, que se basa en la frescura, sencillez, innovación y jovialidad.
Ahora, casi 14 años después de su idea, Suralgae está presente, con sus productos, en “varios restaurantes con estrella Michelin”, de España. Pero las algas que recolectan, procesan y transforman, también están presentes en muchos otros países, como Reino Unido, Italia o Finlandia. Además, venden por internet a través de la plataforma Hermeneus. Entre sus retos futuros está el de abrirse camino en mercados como Japón y el de seguir creciendo con su oferta de productos.