Cómo afrontar el síndrome del impostor en el trabajo

¿Alguna vez te has sentido como un impostor? ¿Como si no pertenecieras a tu empresa o como si no fueras capaz de hacer tu trabajo correctamente? Es posible que estés sufriendo el síndrome del impostor, un trastorno psicológico que provoca dudas crónicas sobre uno mismo y sentimientos paralizantes de incompetencia.

Según una encuesta reciente de Hub Spot, el 85% de los empleados sienten esta afección en el trabajo, a pesar de tener al menos tres años de experiencia en su campo. Por su parte, el 90% de las mujeres admiten haberlo sentido al menos una vez en su carrera.  

Pero ¿es tan común el síndrome del impostor en el mundo de RR.HH.? Como líderes de RR.HH., es importante comprender las mejores formas de detectar esta afección, tanto en tus equipos como en ti mismo.

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Cómo afrontar el síndrome del impostor como responsable de RR.HH.

En Recursos Humanos, a menudo eres el primer punto de contacto para cualquier problema de salud mental o ansiedad de los empleados. Normalmente, todo esto está muy bien, es parte integral de las competencias de RR.HH. Sin embargo, cuando tú también tienes problemas, la realidad de lidiar con los problemas de los demás y los tuyos propios puede parecer pesada. Por lo tanto, si te encuentras bajo el yugo del síndrome del impostor, da un paso atrás, relájate y recuerda tus propios talentos.

Comienza con una revisión de la realidad. Acércate a tu red de apoyo para que te ayude a ponerle un límite al problema. Es importante recordar que eres un ser humano y es igualmente importante llevar un registro de los logros. Olvidamos todos nuestros éxitos a lo largo del camino y esto nos ayuda a poner y mantener las cosas en perspectiva. También debes aprender a no compararte con los demás. Eres una persona única y necesitas celebrar tus propios logros.

Cómo ayudar a tu equipo a superar el síndrome del impostor

La complejidad del síndrome del impostor implica que los empleados que lo padecen harán un esfuerzo enorme por ocultarlo. Es un rasgo característico de los perfeccionistas y hace que a los empleadores les resulte aún más difícil ayudarlos.

Es importante estar siempre atento a los empleados, afirman los expertos. Quienes padecen el síndrome del impostor suelen esforzarse mucho por ocultarlo, lo que afecta al rendimiento, la productividad y las relaciones. Puede haber problemas de rendimiento o pueden llegar a un límite de desempeño, o pueden aumentar los casos de baja por enfermedad cuando más se necesitan.

Según el informe de Hub Spot, los empleados creen que los líderes de RR.HH. pueden ayudarlos a superar el problema psicológico de las siguientes maneras:

• El 69% quiere recibir comentarios periódicos, positivos y útiles sobre el desempeño.
• El 44% quiere un entorno más abierto para discutir los desafíos.
• El 43% cree que el coaching y los mentores para el personal ayudarán.
• El 35% dijo que los empleadores deberían proporcionar servicios de salud mental más accesibles.

Rompiendo el estigma en torno a la salud mental

El síndrome del impostor es, en esencia, una combinación de problemas de salud mental y ansiedad por la capacidad. La pandemia, que ha obligado a trabajar tanto tiempo en aislamiento y sin interacción cara a cara, no ha hecho más que aumentar estas preocupaciones.

Las conversaciones sencillas que antes se producían en persona ahora se llevan a cabo por correo electrónico, lo que puede dar lugar a malentendidos y desavenencias. Los empleadores deben tener especial cuidado al convocar a su personal para inculcar una cultura de transparencia y confianza. Después de todo, habrá una serie inevitable de problemas psicológicos a medida que hemos ido saliendo del trabajo remoto, y el síndrome del impostor encabeza la lista.

Necesitamos reconocer las emociones que rodean la situación, según los especialistas en salud mental. Por ejemplo, la frustración, la ansiedad o el miedo. Se trata de hacerse cargo de la emoción en lugar de que la emoción te controle a ti. Se trata de hacer una lista de todas las razones por las que te sientes así y luego anotar cuáles son hechos objetivos y cuáles son emociones u opiniones. Observa el sentimiento, ¿cuál es la historia que te estás contando a ti mismo? ¿Cuál es la verdad y cuál es la intención de seguir adelante?

Una vez que lo hagas, es importante que realices una pequeña acción para demostrarte a ti mismo que puedes lograr tus objetivos. Es importante que recuerdes constantemente que esto es el resultado del trabajo duro y la determinación. No es suerte, te lo has ganado. Sin duda, puedes superar el síndrome del impostor.