¿Sin contactos? ¡También puedes conseguir ese empleo!

Hoy en día, son muchas las personas que se preocupan por la falta de contactos laborales a la hora de busca un empleo. Las plataformas online y el correo electrónico han facilitado la presentación de candidaturas a miles de aspirantes pero, al mismo tiempo, han endurecido la competencia ya que se ha incrementado exponencialmente el número de CV recibidos por los reclutadores, generando un cúmulo de información difícil de procesar. Por ese motivo son muchas las empresas que ya preguntan directamente si tienes algún conocido en la compañía, ya que una referencia directa de una persona de confianza suele ser una garantía entre la cantidad de aspirantes a un puesto.

Por supuesto, tener a algún conocido dentro de una empresa no asegura la contratación, ya que cualquier candidato debe demostrar su valía, y está claro que se puede acceder a un empleo sin tener ningún lazo de conexión con la empresa.

Estar en el sitio adecuado en el momento justo

Si quieres que los reclutadores te tengan presente cuando se presente la ocasión de cubrir un puesto de trabajo, existen varias maneras de conseguirlo y no necesariamente se necesitan contactos laborales:

• Envía autocandidaturas a las empresas en las que te gustaría trabajar. Muchas cuentan con una bolsa de candidatos a la que acceden cuando aparece una vacante.
• Realiza un seguimiento regular de las empresas que te interesan y de su bolsa de empleo para ser de los primeros en enterarte cuando aparece una nueva oferta.
• Intenta establecer lazos con esa empresa de diferentes maneras: siguiendo su perfil en LinkedIn, intentando establecer algún tipo de contacto con sus responsables de RRHH o del departamento que te interesa (de nuevo, LinkedIn es un buen medio para hacerlo).
• De nuevo, LinkedIn te ofrece la posibilidad de que uno de tus contactos te pueda presentar a alguien de dentro de la compañía.
• Interactúa con las compañías de tu interés en las redes sociales.
• Propón una entrevista informal con un directivo.

En definitiva, se trata de que te conviertas en un profesional “conocido” y “deseable” para la organización de modo que cuando aparezca la ocasión, te encuentre en el lugar adecuado y en el momento justo y seas tú el candidato más cercano e idóneo para el puesto.