El sentido del humor de Les Luthiers, ejemplo de resiliencia
Acaban de recibir el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades y son uno de los grupos musicales de humor más importantes de todo el mundo, pero los integrantes de Les Luthiers siguen manteniendo la esencia que les ha convertido en referentes mundiales: su sentido del humor.
Lo usaron desde el principio, cuando en 1965 un grupo de estudiantes de Medicina, Química, Ingeniería y Derecho se apuntaron a un coro universitario y presentaron ante el público una parodia de un concierto llamada ‘Cantata Laxatón’ y hecha con instrumentos informales, que marcó un antes y un después en sus vidas. “Para el humor los laxantes son perfectos”, bromea cada vez que tiene ocasión Marcos Mundstock al ser preguntado por sus inicios. Y no lo abandonaron ni en los peores momentos de su carrera: ni siquiera cuando en 1973 perdieron a Gerardo Masana a los 36 años y en 2015 falleció Daniel Rabinovich, más conocido como Neneco. “Hicimos 17 años de terapia, bien argentinos, porque no nos queríamos separar. Todos los grupos rompen, nosotros logramos seguir. El psicoanálisis nos ayudó mucho. Ahora cumplimos las bodas de oro. Si llegamos a los 100 cómo sería, ¿bodas de plutonio radiactivo?“, ha preguntado recientemente el histórico Carlos Núñez Cortés en varias entrevistas.
En efecto, Les Luthiers son un claro ejemplo de lo que hoy se denomina resiliencia, o lo que es lo mismo: la capacidad para enfrentarse a las adversidades y salir fortalecido de ellas. “Hoy estamos de duelo pero, aun tristes y doloridos, mantenemos nuestra decisión de seguir trabajando. Vamos a continuar con lo que mejor sabemos y más nos gusta, este bendito oficio de hacer reír a la gente. Es lo que quería Daniel”, explicaban en un comunicado el mismo día de la pérdida los integrantes de este grupo, que ya llevan medio siglo en los escenarios.
Esta habilidad, que a priori parece inherente a la condición humana pero que en realidad es complicada de poseer, es una de las competencias más demandadas por las compañías hoy en día, según el informe Adecco sobre el futuro del trabajo en España. Y estos músicos y humoristas no solo la tienen, sino que la exportan a través de la llamada ‘Lutherapia’, que ellos mismos definen como “la posibilidad de curarse de cualquier cosa en dos horas de música y risas”.