Se trata de quedar bien en la vida
“La inteligencia creadora supone tener la capacidad para vernos a nosotros mismos como si estuviéramos en la primera fila del patio de butacas de nuestro propio teatro exagerando, siendo intolerantes, inflexibles o excesivos. Este ejercicio es la base para reconducir nuestra acción y crear. Se crea desde el pensamiento positivo y abierto, que es aquel que me lleva a la acción productiva desde la realidad”. Lo dice Helena López-Casares autora del libro ‘Inteligencia creadora’, directora de la Escuela Superior de Inteligencia Corporal y locutora y directora del programa de radio ‘El rincón de Helena’ en Vaughan Radio. “Todas las personas tenemos la capacidad para manejarnos en el trapecio de las emociones y decidir qué actitudes nos mantienen en nuestro eje de gravedad. Esas actitudes son también las que, en caso de caída, nos levantan. Para que esta capacidad se despliegue es necesario entrenar el hábito de ver la vida en positivo”, añade.
Para López-Casares, la inteligencia creadora nos aporta “la seguridad de que siempre podemos hacer algo más allá de lo que parece obvio”. En ese sentido, añade: “Nos otorga la esperanza de que podemos tomar el mando y de que se puede transformar lo que nos resulta desagradable”. También explica que la inteligencia creadora está muy relacionada con la capacidad de tolerancia a la frustración. “Esta capacidad es fundamental para darme cuenta de que lo que me rodea no me reconforta y tener el arrojo de cambiar de perspectiva, formular un objetivo atractivo, concreto, beneficioso, alcanzable y retador e ir a por él con perseverancia”, concluye.
La directora de la Escuela Superior de Inteligencia Corporal recomienda a aquellos candidatos que, para destacar, “no se trata de quedar bien en una entrevista de trabajo, se trata de quedar bien en la vida. Céntrate en lo que puedes hacer por ti y por los demás. Haz feliz a la gente”, destaca.