Si cuentas en tu haber con una experiencia internacional, ya sea académica o laboral, cuentas con un importante valor añadido que puede ayudarte, y mucho, a encontrar trabajo. Sin embargo, a veces es difícil hacer brillar esta experiencia en nuestro currículum o emplearla en nuestro favor para encontrar un trabajo. Para ello es útil tener en mente algunas claves que nos pueden ayudar a poner esta experiencia en valor ante nuestros entrevistadores o posibles empleadores.
En primer lugar, podemos empezar por destacarlo en nuestro currículum, no solamente mencionando nuestra estancia en el extranjero sino comentando a grandes rasgos los logros allí conseguidos.
Si hemos gozado de una experiencia académica en el extranjero, podemos comentar en qué universidad hemos estado, qué asignaturas hemos cursado, los resultados obtenidos o, si es el caso, nuestra implicación en el ambiente (participaciones en grupos estudiantiles, responsabilidades como ser delegado de clase o representante del alumnado…).
Si, por el contrario, nuestra experiencia ha sido laboral, debemos subrayar en qué tipo de compañía hemos estado, cuáles han sido nuestras responsabilidades y qué logros hemos obtenido a nivel profesional.
Además de mostrar nuestra experiencia en el currículum, también debemos mostrarla de viva voz, ya sea mostrando nuestro dominio de una lengua extranjera o comentando lo que hemos aprendido de otros modos organizacionales o de trabajo.
Finalmente, pero no menos importante, debemos hacer valer el networking adquirido en la experiencia internacional: ya sea en el campo académico o en el laboral, es posible que hayamos conocido personas con cierta influencia que puedan escribirnos cartas de recomendación o pasarnos contactos útiles para encontrar empleo.
