¿Sabes por qué los abogados quieren ser Compliance officer?
En esta sección, cuando hablamos de nuevas profesiones o de tendencias en el mercado laboral, solemos hacer referencia a nuevos roles, surgidos casi siempre a raíz de la revolución tecnológica en la que ya llevamos sumidos más de diez años. Sin embargo hoy vamos a hablar de los abogados que quieren convertirse en ‘Compliance officer’, una figura que nada tiene que ver con el Big Data o el posicionamiento web y que se ha convertido en uno de los perfiles jurídicos más demandados en 2016.
El ‘Compliance officer’ o responsable de cumplimiento normativo ha adquirido un enorme protagonismo entre los abogados desde la última reforma del Código Penal. No es que sea una figura obligatoria, pero si una compañía incumple alguna norma y no cuenta con este experto puede llegar a tener que asumir una responsabilidad penal. Por eso, las empresas han decidido incorporar a abogados con esta especialidad para evitar los comportamientos fraudulentos que se pueden producir en la organización, por lo que la demanda de este tipo de profesionales –hasta el momento bastante desconocidos en España– se ha disparado.
Como responsable del cumplimiento normativo, la principal función de este profesional es la de establecer los mecanismos adecuados para garantizar que las organizaciones, empleados y socios cumplan con el marco normativo. Para ello, desarrolla, revisa, controla, supervisa y evalúa el plan de cumplimento de una compañía, las normas éticas, el modelo de prevención y control, etc. También es responsable del asesoramiento y formación a administradores, directivos y empleados, así como del estudio de cualquier sospecha, fraude o irregularidades, y la posterior denuncia de infracciones al comité de ética.
Los ‘Compliance officer’ son abogados, pero con unas características específicas que suelen fomentarse en los distintos Masters que se ofrecen sobre esta materia. Entre otras cosas, deben tener un perfil fuertemente legal, además de conocer a fondo todo lo relacionado con la normativa. Asimismo, es importante que tengan habilidades para gestionar distintos aspectos dentro de una compañía y grandes dotes comunicativas para convencer a los empleados de la necesidad de prevenir los comportamientos fraudulentos.
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