Roger Federer: el papel de la familia en el éxito profesional
Aunque todavía queda mucho por hacer en materia de conciliación laboral, cada vez hay más empresas que se dan cuenta de que la familia, a diferencia de lo que se pensaba hace unos años, puede ser un impulso laboral y no una limitación. En este cambio de mentalidad han tenido mucho que ver algunas celebrities como el tenista Roger Federer, que actualmente ocupa el número 2 en la clasificación mundial ATP y que siempre ha defendido el papel de su familia en su éxito profesional.
De hecho, el deportista suizo aprovecha cada entrevista para recordar que, detrás de los 19 títulos individuales que atesora en su palmarés, está su familia, especialmente el equipo que forma junto a su mujer y sus cuatro hijos. Tal y como confesó en una entrevista con XL Semanal el pasado mes de julio, tras ganar la última edición de Wimbledon, les gusta estar juntos siempre: “Mirka y yo tuvimos claro desde muy pronto que no queríamos que yo anduviera siempre de viaje solo. Y que ella se quedara sola en casa tampoco nos gustaba. Al principio, cuando ella todavía jugaba, estábamos sin vernos un mes, luego ya eran solo dos semanas y después nos dimos cuenta de que simplemente ya no nos gustaba estar sin el otro si podíamos evitarlo. Nos encanta estar juntos, es algo importante para ella y para mí”.
Pero no son de esos padres que delegan su paternidad en terceras personas, sino que se involucran al máximo incluso en los torneos: “Es muy normal que (durante las competiciones) durmamos con dos de los cuatro niños en la habitación”, comentaba ante la sorpresa de los periodistas, que le preguntaban si en esos momentos en los que necesitaba descansar al máximo dejaba que los pequeños le despertasen. “Son cosas que pasan”, respondía Federer antes de contarles que en París-Bercy, a finales del año pasado, uno de los niños se sentía mal y tuvo que pasar la noche previa al partido final en la misma cama que él. No durmió demasiado, pero ganó el partido.
Por supuesto, su amor por su familia no es el único secreto de este deportista de élite, que también ha confesado que desde niño confiaba muchísimo en sí mismo: “Creo que cuando era pequeño soñaba a lo grande. Veía como posibles ciertas cosas que quizás otros las imaginaban inalcanzables. Eso me ayudó”, ha explicado en otras entrevistas. Esa confianza, el apoyo de los suyos, el esfuerzo y la humildad son los cuatro ejes en los que se basa el éxito de Roger Federer que, a pesar de que ya tiene 35 años, parece que todavía tiene mucho que dar en este deporte.