Ocho hábitos de las personas resilientes
Desgraciadamente, a lo largo de nuestra vida nos tendremos que enfrentar a situaciones negativas. Un despido, una ruptura sentimental, la muerte de un ser querido o el fracaso de un proyecto son algunas de estas situaciones límite ante las que tendremos que responder de la mejor manera posible para no permitir que nos hundan. Es en esas situaciones en las que tendremos que mostrar nuestra resiliencia, que no es más que “la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas”, según la RAE. Hace un tiempo ya vimos ocho pasos para poder mejorar esa cualidad, muy valorada en el entorno laboral.
Para trabajar nuestra resiliencia es importante también observar a aquellas personas que lo son y aprender de ellas. Hoy te presentamos ocho hábitos que comparten todas las personas que saben asumir con flexibilidad las situaciones límite. Toma nota.
- Son flexibles. La propia definición de resiliencia lo dice: las personas resilientes son aquellas que saben encarar con flexibilidad las situaciones límite. Los cambios no les asustan, se saben adaptar a ellos sin provocar ningún drama. Además, muchas veces ven esos cambios como una motivación o reto.
- Los individuos que destacan por su resiliencia no necesitan controlarlo todo, saben dejarse llevar. De hecho, son conscientes que el control puede generarles estrés y eso les puede afectar negativamente. Ante la adversidad no se resisten y se adaptan.
- Aprenden de las dificultades. Cuando se enfrentan a una situación límite, las personas resilientes lo hacen con el convencimiento que gracias a esa adversidad podrán aprender una valiosa lección para su desarrollo personal. Una persona resiliente no perderá el tiempo lamentándose, sino que se sobrepondrá a la situación y la utilizará para cambiar de forma positiva. Son personas que están en constante aprendizaje y lo valoran.
- Mantienen una actitud positiva y tienen sentido del humor. Las personas resilientes no se dejan llevar por el pesimismo o la negatividad. Son personas que ven la vida con un prisma positivo y eso les ayuda a superar las situaciones negativas de forma más rápida y un poco menos dolorosa. Se rodean de personas con esa misma actitud y se alejan de aquellas que son tóxicas. Además, son capaces de hacer broma de la dificultad.
- Son perseverantes. Las personas resilientes no se rinden. Al contrario, son tenaces y perseverantes, se esfuerzan al máximo para conseguir su objetivo. No abandonan en su propósito hasta que no es evidente que no hay nada más que hacer. Es entonces cuando se adaptan a la nueva realidad de forma flexible.
- Ayudan y se dejan ayudar. Otra de las características o hábitos de las personas más resilientes es que no tienen ningún miedo a solicitar ayuda si ven que ellas solas no podrán asumir la situación. Son agradecidos con esa ayuda y ofrecen la suya siempre que alguien de su entorno lo necesita.
- Cultivan las relaciones. Como saben de la importancia de la ayuda en las situaciones límite, las personas resilientes están constantemente tejiendo una buena red de seguridad en la que incluyen a familia, amigos y colegas. La cuidan de forma constante.
- Llevan una vida sana. Duermen, hacen ejercicio y comen una dieta equilibrada. Saben que sentirse bien con uno mismo es fundamental para poder encarar de la mejor forma las situaciones negativas.