En este blog ya hemos hablado varias veces de lo importante que es sentirse feliz en el trabajo. Además de estar motivado, una de las claves para conseguir esa felicidad pasa por estar comprometido con tu misión profesional y, por ende, con la empresa en la que trabajas. Cuando se habla de compromiso del empleado, todos tendemos a echar balones fuera y a pensar que fomentar algo así depende de las compañías y los líderes que las dirigen. En cierta medida es verdad, pero ¿sabes que tú también puedes hacer algo para aumentar tu grado de compromiso y tus niveles de felicidad como empleado?
No te desvelamos nada nuevo cuando te decimos que la actitud marca la diferencia en todos los aspectos de tu vida, ¿verdad? Pero a veces se nos olvida. Por eso desde Adecco queremos recordarte que los grandes cambios se producen con pequeñas variaciones de tu comportamiento y que, si de verdad quieres ser feliz en el trabajo, tienes que abandonar tu papel de víctima. ¿Cómo? Revisando tus hábitos profesionales y aumentando tu grado de compromiso con tu labor profesional, con tus compañeros, con tus jefes y con tu empresa. Para conseguirlo, puedes empezar siguiendo estos pasos. ¡El resto vendrá solo!
No te quejes, actúa
Olvídate de aprovechar la hora de la comida para criticar, junto a tus compañeros, la forma de trabajar que impera en tu empresa. Aprovecha esos ratos para, solo o con ellos, pensar cómo podría mejorar tu día a día profesional y hacer una propuesta de mejora. ¡Seguro que te la agradecen!
Involúcrate en lo que haces
Si quieres ser un empleado comprometido de verdad tienes que sentir los resultados de tu trabajo como algo propio. Para eso, es necesario que te involucres en lo que haces y que te esfuerces al máximo por dar la mejor versión de ti mismo en cada proyecto. Así, si alguno se tuerce podrás buscar soluciones sin sentir remordimientos por no haber estado a la altura.
Cuida las relaciones personales
Cuántas veces habrás repetido la frase “si total, yo al trabajo no vengo a hacer amigos”. Puede que sea verdad, pero los humanos somos sociales por naturaleza y las relaciones personales nos afectan más de lo que nos podemos imaginar. Por eso, aunque no busques amistades entre tus compañeros, tienes que intentar desarrollar vínculos personales con ellos. Pasáis juntos muchas horas, por lo que una mala relación puede repercutir directamente en tu productividad y tu ánimo al menos un tercio de cada día. ¿De verdad quieres desperdiciar tu tiempo así?
