La “Ley Riders” ha puesto en el foco de atención la figura de los riders, los repartidores de productos a domicilio, fundamentalmente comida preparada. Aunque la palabra “rider”, procedente del inglés, hace alusión a la persona que conduce una bicicleta o una moto, en este caso abarca a cualquier repartidor, aunque vaya incluso en automóvil.
Esta industria, conocida como delivery, ha crecido enormemente en los últimos años. De hecho, su expansión ha sido desorbitada incluso durante los meses más duros de la pandemia. Esta es la causa por la que se convierte en uno de los principales sectores a la hora de crear empleo.
<< Conoce ahora todas las empresas en las que puedes trabajar con Adecco >>
Sin embargo, el caballo de batalla empezaba en los tribunales de Justicia, donde al final el Supremo crearía jurisprudencia al determinar que, en muchas de estas empresas los riders eran contratados bajo la figura del “falso autónomo” y que debían ser considerados trabajadores asalariados.
La sentencia afectaba a unos 18.000 riders en situación irregular a los que el Gobierno, la patronal y los sindicatos pretenden normalizar introduciendo una Disposición Adicional en el Estatuto de los Trabajadores.
Pero ¿tenemos claro quiénes son los riders por ahora y cuál viene siendo su perfil laboral?
Quiénes son los riders y qué buscan
Las plataformas delivery no son una novedad en cuanto a lo que hacen: el reparto a domicilio. No obstante, sí que lo son en la manera en que han sabido aprovechar la tecnología aplicada como metodología innovadora a la hora de ofrecer al cliente su servicio a través de esas plataformas y sus apps.
Estas plataformas resultan muy atractivas para los repartidores, que las ven como una fuente rápida de ingresos. Los beneficios que atraen a los riders no se limitan al aspecto económico. Lo cierto es que, según una encuesta realizada por Adigital: “El 81% de dichos profesionales valora positivamente la flexibilidad horaria que aporta la plataforma y un 77% destaca la facilidad para empezar a trabajar y la rapidez para obtener ingresos a través de la misma. Asimismo, es apreciada la capacidad para combinar la colaboración con la plataforma con el desarrollo de otras actividades, tanto personales (estudios, preparación de oposiciones u otras) como laborales (empleo a tiempo parcial o temporal), según afirman el 65% y el 56% de los profesionales encuestados, respectivamente. Aunque en menor medida (40% de los encuestados), también es defendida la generación de ingresos a través de la plataforma mientras el profesional busca otro empleo”.
El perfil del rider
Los estudios realizados a nivel europeo coinciden con los confeccionados en España. A la hora de establecer un perfil que defina a los riders se ha llegado a la conclusión de que casi el 90% de los repartidores de las plataformas de delivery son de sexo masculino. “Su cuota en el conjunto de ocupados apenas llega al 54%. Y más del 40% tiene entre 29 y 39 años”, según Adigital.
La razón de que el rango de edad devuelva un perfil de rider tan joven se vincula con el hecho de que el trabajo demande un buen estado físico para realizar numerosos desplazamientos, a menudo en bicicleta; se exija el manejo de nuevas tecnologías y los dispositivos digitales. Pero no es esta la única razón. Alrededor de un 70% de los encuestados menores de 40 años se ven atraídos por el trabajo de riders al ser una posición laboral que les permite combinar el trabajo con otras actividades, fundamentalmente sus estudios.
Otro rasgo para destacar es el origen de los repartidores de delivery en España. Mayoritariamente, en concreto dos de cada tres repartidores, son latinoamericanos. Este hecho no implica que su nivel de formación sea diferente al del 28% de riders españoles de origen nacional.
El perfil formativo está integrado por un poco más del 50% de los repartidores que completaron la educación secundaria, el 42% posee un título universitario y un 5% solo acabó primaria.
Por último, y según se desprende del estudio sobre los riders: “En términos de ingresos, los repartidores declaran ingresar, de media, alrededor de 332 euros por semana, lo que equivaldría a algo más de 17.300 euros brutos al año. En 2020, el salario mínimo interprofesional (SMI) se sitúa en 12.600 euros brutos anuales, por lo que los repartidores de plataformas obtendrían una remuneración laboral 1,4 veces el SMI”.
