En febrero de 2014, Satya Nadella fue nombrado CEO de Microsoft. Un año después de asumir el cargo muchos reconocen entre sus logros un importante y necesario cambio de imagen para la compañía.
Con 22 años de trayectoria en Microsoft, Satya Nadella reemplazó a Steve Ballmer como CEO de empresa hace poco más de un año. Aunque pocos se atrevieron a apostar entonces por esta figura prácticamente desconocida, el ingeniero nacido en la India ha traído en muy poco tiempo un ansiado aire fresco para la compañía.
El cambio de imagen de Microsoft llegó principalmente de la mano de las dos grandes novedades impulsadas por Nadella: Office para iPad y Android y HoloLens. La primera significó un salto revolucionario en el histórico enfrentamiento con Apple. Ahora los programas de Microsoft son compatibles con su legendario rival. En el segundo caso, este prototipo de lentes de realidad aumentada fue visto por la gran mayoría como un exitoso retorno de la compañía a la senda de la innovación.
También en este último año el nuevo CEO fue el responsable de cerrar la compra de Minecraft. Un movimiento que muchos ya evalúan como estratégico y muy redituable.
Entre los objetivos al frente de la compañía, Nadella se propuso conducir Microsoft por un camino centrado en la tecnología móvil y la nube. Y en ese sentido, ya avanza con su Windows 10 para móviles y tabletas y con su plataforma Azure en la nube, entre otras novedades. “Queremos que la gente pase de ‘necesitar’ Windows a elegirlo” señaló en un evento de presentación de la nueva versión del sistema operativo.
Pero no todas son buenas noticias para el CEO de Microsoft, que también debió enfrentar una serie de conflictos y obstáculos en su primer año al frente de la compañía, entre los que se suelen recordar una fallida declaración sobre el ‘buen karma’ de las mujeres que no reclaman un aumento salarial y la supresión de 18 mil puestos de trabajo en lo que significó el mayor recorte de la historia de la compañía.
Entre aciertos y errores, Nadella avanza y es señalado por su gran disposición al aprendizaje y al trabajo con otras organizaciones. Abre así una nueva era para la compañía, ahora más propensa a incorporar las bondades ajenas y crecer en paralelo con otras firmas: Mantiene una relación muy fluida y diplomática con start-ups y empresas de capital de riesgo, realiza acuerdos con competidores, ofrece alternativas gratuitas a muchos de sus productos e invierte en tecnologías innovadoras y competitivas.
A sólo un año de iniciar su andar al frente de la compañía, Satya Nadella ha sorprendido a más de un desconfiado. Habrá que esperar para saber si la estrategia del nuevo CEO logra finalmente ubicar a Microsoft nuevamente en la senda del crecimiento y el reconocimiento a nivel mundial.
