Qué es un consultor de belleza
Trabajar en el sector cosmética como consultor de belleza requiere de pasión por la estética. Además, este perfil estará siempre en contacto directo con el cliente, con lo que también se recomienda que sea amable, cordial y empático.
El consultor de belleza no se limita a vender cremas, maquillajes, perfumes o barras de labios. Sus tareas son mucho más completas y de la correcta realización de sus funciones depende que la empresa tenga éxito.
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Cómo es el trabajo de un consultor de belleza
Por lo general, el puesto de trabajo del consultor de belleza transcurre tras un mostrador. Puede ser en centros de cosmética, grandes almacenes o farmacias relativamente grandes.
Si bien la parte más visible del trabajo consiste en aconsejar sobre productos de maquillaje, artículos para el cuidado de la piel o perfumes, estas no son las únicas funciones del consultor de belleza. También deben contar con los conocimientos necesarios para sugerir productos a los clientes y explicar la formulación de estos.
Pero, para poder comprender realmente en qué consiste este trabajo, a continuación tenéis un breve listado de las funciones del consultor de belleza:
Aconsejar
Estos consultores deben conocer en profundidad el catálogo de productos que vende su empresa. Solo así podrán ofrecerle lo más adecuado a los clientes y guiarles en sus compras, independientemente del tipo de artículo: maquillajes, perfumes, cremas…
Realizar tratamientos
Además, deben ser capaces de ofrecer tratamientos para el cuidado de la piel, faciales, cuidado de cejas y pestañas, cambios de imagen… Todo ello, al igual que en el caso anterior, con el objetivo de orientar a los clientes a realizar una compra acorde a sus necesidades.
Cerrar ventas
La prioridad real del consultor de belleza es el cierre de ventas. Por supuesto, no se trata de vender por vender. Hay que fidelizar al cliente y, para ello, se les debe ofrecer aquellos productos que realmente cumplan con sus deseos y necesidades.
Las empresas del sector cosmética suelen establecer objetivos periódicos de ventas (semanales, mensuales, trimestrales e incluso anuales). Cuando el consultor de belleza lo alcanza, se le recompensa con comisiones añadidas al sueldo base.
En muchas ocasiones, son varias las compañías cosméticas que operan en la misma tienda. Esto se traduce en una competitividad enorme entre consultores, pues deben lograr destacar sus productos por encima del resto.
Realizar cobros y control de stock
Al estar tras un mostrador, en contacto directo con los clientes, será el consultor de belleza quien se encargue de realizar los cobros. Para ello, deberá recibir las indicaciones oportunas por parte de la empresa para aceptar pagos con tarjetas bancarias, gestionar las tarjetas de fidelización o vales, acceder a la caja si el pago es en efectivo… Se encarga también de entregar la mercancía al cliente.
El consultor de belleza tendrá como responsabilidad añadida todos los aspectos relacionados con la empresa. Es decir, el control y gestión del stock, realizar pedidos y reposiciones y llevar la contabilidad de las compras y las ventas.
Perfil del profesional en belleza
Como veis, el buen trato con el cliente es fundamental para este tipo de trabajos. Sin embargo, no lo es todo. En cuestión de formación, por lo general será la empresa quien se encargue de enseñarle al trabajador todo lo que necesita saber para desempeñar el empleo. Sin embargo, todo consultor de belleza debe ser capaz de:
- Desenvolverse con soltura con los clientes, tanto mujeres como hombres.
- Saber trabajar en equipo.
- Mantener la calma en momentos de tensión en el trabajo.
Aptitudes del buen consultor de belleza
Una vez claras cuáles son las funciones de estos profesionales de la belleza, llega el momento de descubrir qué aptitudes necesitan:
- Conocimientos básicos sobre moda y tendencias.
- Habilidades en ventas y atención al cliente.
- Formación básica en contabilidad y gestión de cajas.
- Buena capacidad para tratar con compañeros y clientes. Para ello la comunicación verbal será primordial y, por supuesto, la paciencia será su mejor aliada.
- Una personalidad discreta, amable y segura de sí misma.
- Conocimiento profundo de los productos que debe vender, incluyendo sus formulaciones. Además, tendrá que saber comunicar esta información a los clientes.
- Firmeza en las manos para aplicar los productos o maquillar. Por ejemplo, no puede temblarle la mano si va a maquillar a algún cliente con pinceles finos.
- Capacidad para soportar periodos largos de trabajo.
¿Te ves capaz de trabajar cara a cara con los clientes en el sector belleza? Como has podido comprobar, el consultor de belleza es mucho más que una persona tras un mostrador. ¿Te gustaría desarrollarte en este sector?