¿Qué es el Smart working?
Al igual que el término Smart city, el Smart working refiere a la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación para un uso más eficiente de la actividad humana, que no sólo permita mejorar los resultados sino que sea más comprometido con el medioambiente y reporte más y mejores beneficios económicos y sociales.
El modo en que trabajamos está cambiando. En la actualidad, las grandes compañías se interesan cada vez mas por evaluar “lo que hacen” y el “modo en que lo hacen”, para planificar estrategias y cambios que les permitan mejorar sus resultados y crecer. La flexibilidad y el Smart working están en el centro de estas transformaciones.
La tecnología se ha ido filtrando en todos los ámbitos de nuestra vida y en cada uno de ellos, los seres humanos nos hemos ido planteando el modo de utilizarla para mejorar nuestra calidad de vida. El Smart working se trata exactamente de eso, poner a disposición de los trabajadores todas las herramientas tecnológicas para que puedan cumplir sus tareas de un modo más eficaz, productivo, creativo y respetuoso con el medio ambiente.
Los beneficios que se buscan con el Smart working son, entre otros: mejorar la eficiencia de las actividades; centrarse en los resultados antes que en los procesos; alcanzar las aspiraciones de los trabajadores por encontrar equilibrio en la vida profesional y personal; reducir los costes de mantenimiento de la infraestructura organizacional; promover un ámbito de colaboración e innovación; y reducir la huella medioambiental de las actividades.
El Smart working es así un nuevo método de trabajo que propone la aplicación de los desarrollos e innovaciones, en el ámbito laboral, para alcanzar mejores resultados con menor esfuerzo y mayor confort. El profesional, aprovechando todas las herramientas a su alcance, trabaja según objetivos y plazos prefijados, de forma remota y con mayor flexibilidad.
El trabajo en la actualidad se trata cada vez más de “aquello que hacemos” y cada vez menos de “dónde lo hacemos”. Las estrategias en el uso de las nuevas tecnologías nos permiten que gran parte del trabajo que realizamos se pueda llevar a cabo en puntos cada vez más distantes de las empresas para las que trabajamos. Se trata en cierto sentido de un paso más en la evolución del teletrabajo, en donde la actividad profesional se puede realizar desde cualquier espacio tecnológicamente conectado en el mundo y con el foco puesto en los resultados.