¿Eres de los que lo deja todo para el último momento? ¿Aplazas tus obligaciones hasta que no te queda más remedio que empezar con las tareas más urgentes? ¿Prefieres hacer cosas más placenteras que tus obligaciones y por eso demoras estas últimas en el tiempo? Es momento de dejar de procrastinar. Hoy, en Adeccorientaempleo, te traemos algunos consejos para conseguirlo:
Motívate para cambiar. Muchas veces, la procrastinación forma parte de nuestra forma de ser y la arrastramos durante mucho tiempo. Pero, tenlo claro: se puede cambiar. Así que no te repitas cosas como “yo soy así”, “trabajo mejor bajo la presión del tiempo” o “soy del último minuto”. ¡Puedes cambiar! Y el primero que debe creerlo eres tú.
Levantarse y acostarse pronto. ¿Por qué? Pues porque las primeras horas del día son las mejores para hacer aquellas tareas que requieren concentración. Si madrugas podrás aprovechar la quietud de la mañana para hacerlas. El día, además, se alargará. ¿Y acostarse temprano? ¡Porque no debemos olvidarnos de descansar!
Planifícate. Haz una lista o un planning semanal, lo que tú quieras, pero organiza tu tiempo y marca el momento de hacer las tareas necesarias unos días antes del plazo máximo. Cumple con esa planificación. No cambies las tareas obligatorias por otras cosas que te apetezcan más. Haz primero lo previsto en la planificación y, si te sobra tiempo, ya harás algo que te apetezca más. Ve tachando de la lista lo hecho, esto te motivará para continuar.
Concéntrate. Cuando llega el momento de hacer una tarea importante, debemos concentrarnos en ella para evitar dejarla a medio hacer. ¿Cómo? Hay pequeños trucos como tener el espacio de trabajo organizado y limpio, escuchar música que nos conecte y concentre, evitar distracciones como las redes sociales o el correo electrónico, no poner reuniones mientras hacemos dicha tarea, etc.
Reserva tiempo para ti. Para evitar procrastinar nuestras obligaciones y decantarnos por hacer cosas más placenteras, lo mejor será contemplar también el tiempo para nuestras aficiones, para el descanso, para el deporte, para los amigos y la familia o, simplemente, para nosotros mismos.
Prémiate. Claro que sí. Si has conseguido un logro importante de tu lista dentro del tiempo estipulado, date una recompensa que sea proporcional al esfuerzo que has hecho.
