Principales habilidades blandas y cómo desarrollarlas

Publicación
21 de noviembre de 2024
Lectura: 5 minutos
Habilidades blandas más demandadas

Las habilidades blandas van más allá de tu historial laboral y tus conocimientos técnicos para mostrarles a los empleadores lo bien que trabajas con los demás. Las soft skills son las habilidades que te ayudan a conectar con clientes, proveedores, socios y miembros del equipo. También pueden ayudarte a adaptarte a los cambios de la industria, sin importar cuánto cambie el panorama empresarial.

Si bien el conocimiento de la industria es importante, las cualidades que hacen que los mejores candidatos para un puesto de trabajo no siempre sean las habilidades técnicas. Saber cómo colaborar de manera eficaz y trabajar en equipo también puede convertirte en un candidato muy atractivo para las organizaciones que buscan acelerar su negocio.

¿Qué son las habilidades blandas?

Las soft skills son habilidades no técnicas que se relacionan con la forma en que interactúas con las personas. Son un conjunto de comportamientos y atributos personales que te ayudan a ser un mejor comunicador y jugador de equipo. Estas habilidades son aplicables y deseables en muchos tipos de trabajos y situaciones.

A diferencia de las habilidades duras o técnicas, aprender habilidades blandas (también llamadas habilidades interpersonales) no es un proceso sencillo. Las habilidades blandas también son más difíciles de cuantificar y otros pueden percibirlas como rasgos de personalidad.

La mayoría de las soft skills son innatas, lo que significa que es posible que tengas afinidad por ciertas capacidades. Sin embargo, eso no significa que todos sean buenos en su uso o que no puedas desarrollarlas aún más con las experiencias adecuadas.

Habilidades duras vs. habilidades blandas

Existe una gran diferencia entre las hard skills y las soft skills. Mientras que las habilidades blandas suelen estar relacionadas con rasgos intangibles de la personalidad, las habilidades duras son las competencias técnicas específicas del trabajo que una persona adquiere con el tiempo. Puedes desarrollar estas habilidades a través de la educación formal, la capacitación en el trabajo o el aprendizaje autodirigido.

Algunos ejemplos de habilidades duras incluyen: 

  • Edición de vídeo
  • Dominio de lenguas extranjeras
  • Análisis de datos
  • Investigación científica
  • Diseño gráfico…

Tanto las habilidades duras como las blandas son importantes para llamar la atención de un gerente de contratación.

Habilidades blandas clave deseadas por los empleadores

Existen muchos tipos diferentes de habilidades blandas que se pueden desarrollar en el trabajo. Las habilidades más deseables y exclusivas para los empleadores pueden depender de la industria o puesto. 

Por ejemplo, si se postula para un puesto de alto nivel, las habilidades interpersonales de gestión podrían considerarse habilidades críticas para los líderes de la organización. Si te postulas para un puesto de atención al cliente, las habilidades interpersonales, como tener una actitud mental positiva, pueden ser esenciales.

Si bien la importancia puede variar según el puesto, existen algunas habilidades blandas importantes que suelen buscarse en muchas industrias. A continuación, se muestran algunos ejemplos de habilidades blandas que podrías incluir en tu currículum:

  1. Fuertes habilidades de comunicación
  2. Habilidades de trabajo en equipo
  3. Habilidades de gestión del tiempo
  4. Habilidades para resolver problemas
  5. Adaptabilidad
  6. Habilidades de pensamiento crítico
  7. Fuerte ética de trabajo
  8. Escucha activa
  9. Habilidades de resolución de conflictos
  10. Habilidades para la toma de decisiones
  11. Confianza
  12. Habilidades sociales
  13. Autoconciencia 
  14. Habilidades de liderazgo profesional
  15. Persuasión
  16. Pensamiento creativo
  17. Inteligencia emocional
  18. Paciencia
  19. Previsión estratégica
  20. Competencia multicultural
  21. Empatía cognitiva
  22. Integridad
  23. Atención al detalle
  24. Humildad
  25. Resiliencia
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Cómo desarrollar aún más tus habilidades blandas

Si crees que las soft skills, como la paciencia y la gestión de conflictos, no son tu punto fuerte, no te preocupes. Siempre tienes la oportunidad de seguir desarrollando tus habilidades a través del desarrollo personal. A continuación, se ofrecen 7 tácticas que puedes utilizar para mejorar tu conjunto de habilidades blandas.

1. Evalúa tus fortalezas y debilidades

Empieza por enumerar tus fortalezas y debilidades para determinar qué habilidades blandas puedes necesitar mejorar. Por ejemplo, si sientes que tu comunicación no es tan eficaz como te gustaría, tal vez puedas enumerarla como una debilidad. Por el contrario, si te destacas por pensar en el panorama general, úsalo como una fortaleza.

Intenta revisar la lista de ejemplos que se muestra más arriba para evaluar tus puntos fuertes en cada uno de ellos. También puedes realizar una evaluación de habilidades para ayudarte a identificar tus habilidades interpersonales más destacadas y aquellas menos pronunciadas.

2. Comprende dónde necesitas desarrollarte

Una vez que tengas una lista de fortalezas y debilidades, es importante identificar qué habilidades blandas son las más relevantes para tu industria o puesto. Por ejemplo, si careces de creatividad, pero trabajas en un campo técnico con procesos sencillos, es posible que no sea necesario priorizar esa habilidad blanda.

Selecciona las dos o tres principales habilidades interpersonales de tu columna de “debilidades” que creas que podrían contribuir al crecimiento de tu carrera. Luego, elabora un plan para desarrollarlas aún más.

3. Realiza ajustes en la rutina diaria para la práctica

Después de identificar las áreas en las que más puede mejorar, comienza a practicar conscientemente estas habilidades blandas a diario. Por ejemplo, si careces de habilidades sociales, proponte hablar con al menos un compañero de trabajo por día sobre algo que no esté relacionado con el desempeño. Si tienes problemas con la competencia cultural, dedica 15 minutos cada día a informarte sobre las diferentes culturas y cómo pueden diferir las percepciones.

Hacerlo puede llevar tiempo y requerir que salgas de tu zona de confort. Sin embargo, cuanto más te esfuerces por desarrollar estas habilidades, más fáciles te resultarán.

4. Busca nuevos retos

A veces, aprender habilidades blandas implica ponerse en situaciones nuevas. Explorar nuevos desafíos que te obliguen a aprovechar tus habilidades de pensamiento crítico, resiliencia y trabajo en equipo puede ayudar a mejorar tu crecimiento personal.

Prueba actividades de desarrollo de la personalidad que se centren en tus objetivos de desarrollo de habilidades. Por ejemplo, si te cuesta hacerte responsable de ti mismo, crea tu propio desafío de 30 días. Haz un compromiso y cúmplelo todos los días. Aumenta gradualmente el reto hasta alcanzar objetivos más desafiantes para seguir desarrollando tus nuevas habilidades.

5. Aprovecha las clases y talleres

La educación no se limita a las habilidades técnicas. Muchos cursos en línea pueden ayudarte a perfeccionar habilidades interpersonales como la comunicación eficaz, la inteligencia emocional y la flexibilidad. Algunos cursos incluso ofrecen certificaciones que puedes incluir en tu currículum.

Si ya tienes un empleo, también puedes preguntarle a tu supervisor si tu empresa ofrece capacitación en habilidades interpersonales. Es posible que ya tengas acceso a algunas oportunidades que desconocías.

6. Encuentra un mentor

Si no estás seguro de por dónde empezar o quieres una orientación más personalizada, intenta encontrar un mentor que se destaque en las habilidades que quieres desarrollar. Puede ser alguien que conozcas, como un gerente o un compañero de trabajo, o alguien que no conozcas y que trabaje en la misma industria.

Muchas cámaras de comercio de la ciudad ofrecen programas de tutoría para los residentes locales, de modo que puedes reunirte con un mentor en persona. También puedes encontrar programas de tutoría online adaptados a tus necesidades específicas.

7. Trabaja con un coach

Existen muchas diferencias entre trabajar con un coach y un mentor. Mientras que un mentor puede ofrecer orientación y apoyo para tu crecimiento profesional, un coach se centra en ayudarte a desarrollar habilidades específicas o alcanzar ciertas metas. Contratar a un coach es una excelente manera de ayudarte a identificar las habilidades blandas necesarias para tu sector. Los coachees de carrera también pueden ayudarte a crear una hoja de ruta mensurable para desarrollarlas. Por último, las habilidades blandas son las “habilidades sociales” que te ayudan a trabajar en equipo y a lograr tu mejor desempeño. Dominarlas puede ayudarte a sentirte más comprometido con tu desempeño y más conectado con tus compañeros de trabajo. Aprender estas soft skills también puede ayudarte a acelerar tu desarrollo profesional y personal.

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