En tu primer día en cualquier nuevo trabajo deberás causar una buena impresión para empezar con buen pie y agradar no sólo a tus superiores sino también a tus compañeros. Para favorecer una primera impresión positiva entre las cosas que debes hacer, como ya sabes, está ser puntual, mantener una actitud positiva y mostrarte receptivo. Si has superado ese primer día con buena nota, ahora te vienen por delante unos días o semanas que serán cruciales para ganarte el respeto de tus compañeros. Más aún si te has incorporado en algún cargo de liderazgo.
Desde adeccorientaempleo.com te traemos estos cinco consejos para poder ganarte dicho respeto en tu primera impresión.
- Mantén una actitud positiva y optimista. Te lo hemos recomendado más de una vez: que tu seña de identidad sea tu sonrisa y tu buen humor. Apréndete los nombres de tus compañeros, da los buenos días con una sonrisa cuando llegues a tu trabajo y saluda cuando te vayas. No contestes mal y, aún menos, grites a nadie. Agradece cuando un compañero te ayude. Para ganarte el respeto de tus compañeros te será de gran ayuda que te vean como una persona que vale la pena tener cerca puesto que genera buen ambiente. No seas, ni un día, una de esas personas tóxicas de las que todo el mundo quiere alejarse. Y mucho menos colabores en expandir chismes ni digas cosas negativas de tus compañeros.
- Interésate por tus compañeros. Conócelos e interésate por su vida fuera de las cuatro paredes de la empresa. ¿Tienen pareja? ¿Tienen hijos? ¿Viven solos? ¿Tienen una gran afición? Participa de las conversaciones distendidas durante la comida o el coffee break. Si hay planes fuera de la oficina, como actividades afterwork, apúntate. Es una buena manera de tejer relaciones y ganarte el respeto entre tus compañeros.
- Sé humilde y antepón los resultados del equipo. Sea cual sea el cargo que has asumido en la nueva empresa, recuerda que eres tan sólo un engranaje más de la maquinaria que hace funcionar la compañía. Muestra humildad en tus logros y reconoce siempre el papel de todo el equipo. Debes demostrar que sabes trabajar dentro de ese equipo y que son sus resultados, y no los tuyos personales, los que priorizas en el desarrollo de tus funciones.
- Ayuda y déjate ayudar. No debes sentirte mal por pedir ayuda cuando alguna tarea te parezca complicada. Ser capaz de pedir ayuda cuando no podemos asumir una tarea no nos hace más débiles delante de los otros, sino que nos muestra responsables en lo que hacemos. Si queremos dar lo mejor de nosotros, en más de una ocasión podemos necesitar la ayuda de nuestros compañeros. Y ayuda siempre que un compañero lo necesite. Si éste no te la solicita, ofrécesela tú. No se trata de ponerte medallas por asumir más trabajo, sino de echar una mano a un compañero que lo necesite. Y lo haces porque quieres, no debes esperar ningún reconocimiento por hacerlo.
- Acepta las críticas y aprende de ellas. Si quieres que los compañeros te respeten plenamente, escucha lo que tengan que decir y acepta sus críticas constructivas. No te lo tomes como una ofensa o un ataque personal, sino como una oportunidad para crecer como persona, como profesional y para estrechar más aún lazos con tus compañeros.
