Un nuevo jefe, un nuevo compañero, un nuevo puesto profesional, una nueva incorporación a la familia, una pérdida,… A lo largo de nuestra vida, tanto profesional como personal, debemos enfrentar muchos y muy variados cambios, y muchos de ellos fuera de nuestra capacidad de decisión. Es inevitable. Sea un cambio para bien (un ascenso profesional) o un cambio malo (perder el trabajo, por ejemplo), puede generar algunos miedos. Es normal. Pero delante de ese miedo al cambio hay dos actitudes: dejar que nos venza o superarlo y aceptar la nueva situación. En Adeccorientaempleo apostamos por esta última opción.
Aunque ahora no estés inmerso en ningún cambio, sí que puedes trabajar desde ya para que cuando llegue una situación de estas características puedas afrontarla de la mejor manera posible, para que no sea traumática o sea, incluso, una oportunidad para crecer y mejorar.
Lo primero que debes hacer es analizar cómo respondes a esas nuevas situaciones. ¿Te perturban? ¿Te generan ansiedad? ¿Haces montañas de granitos de arena? O, por contra, ¿ves los cambios como oportunidades? ¿Trabajas desde el minuto cero para sacar lo positivo de la nueva situación? Si eres de los primeros, debes tomar consciencia de ello y no esconderte. Es importante saber cómo sueles responder para prepararte mejor.
Otra de las cosas que puedes trabajar es tu autoestima, porque la forma en cómo reaccionamos delante de un cambio depende, en gran parte en si nos sentimos seguros de nosotros mismos, si vemos el cambio como un reto o una motivación o, si por contra, nunca nos sentimos capaces de afrontar la nueva situación.
También puedes trabajar el pensamiento positivo. Debes pensar en positivo. Detecta los pensamientos negativos que te invaden delante de un cambio y neutralízalos con pensamientos positivos. Visualízate como una persona fuerte, feliz y positiva. Si lo haces cada día, cuando llegue el momento de un cambio, estarás tan acostumbrado a pensar así que te será más fácil hacerlo.
Hay cambios ante los que es difícil mantenerse positivo, como por ejemplo la pérdida de un ser querido. Es por eso que también es importante saber aceptar que la vida conlleva cambios, que algunos son dolorosos y que no podemos hacer nada para evitarlos. Si lo haces, cuando llegue el momento en el que tengas que superar una situación así, lo harás más fuerte.
