Si estás pensando en emprender tu propio negocio, bien sea porque estás desempleado o bien porque necesitas dar un cambio de rumbo a tu carrera profesional, hay muchos aspectos que deberás tener en cuenta, entre ellas, es necesaria la planificación financiera.
Uno de ellos es la planificación financiera, no sólo para conseguir los recursos necesarios para invertir en tu nuevo negocio, sino también para que no influya en tu vida personal. Es decir, se trata de planificar bien las finanzas para no tener ningún susto y que puedas cubrir todos los gastos, tanto del negocio como los derivados de tus responsabilidades familiares.
Una de las cosas que recomiendan los expertos es disponer de una reserva de dinero lÃquido que pueda cubrir tus gastos de tres o seis meses, como mÃnimo. Se trata de una reserva disponible en caso de que el negocio no funcione bien o que necesites hacer frente a imprevistos en casa o en tu nuevo negocio. También es importante, antes de empezar con tu nuevo negocio, reducir tus deudas. De hecho, si eres capaz de cancelar la mayor parte de esas deudas lo antes posible, eso reducirá el nivel de estrés si los primeros meses de tu negocio no ingresas lo que deberÃas.
Y una vez nos emprendemos el negocio, debes esforzarte para hacer una excelente y minuciosa planificación financiera. Haz un presupuesto que se ajuste a la realidad. En este punto, los expertos recomiendan prever los ingresos mÃnimos y los gastos máximos. Planifica lo peor mientras esperas lo mejor, destacan esos expertos.
En la planificación financiera de tu nuevo negocio, también debes tener claro aspectos como cuánto tiempo podrá aguantar tu negocio y tu familia sin tener ingresos, cuál es el lÃmite que no debes sobrepasar y qué supondrá volver a buscar empleo, qué fuentes de ingresos alternativas tienes o cuáles deben ser tus objetivos a corto y medio plazo. Tener esa información clara y en mente te ayudará a saber qué hacer en cada momento.
