5 claves para conseguir todo lo que te propongas
Existe un momento en la vida en la que nos planteamos infinidad de metas –algunas hasta opuestas entre sí- sin realmente pensar en cómo alcanzarlas. Pero, llegado un punto, es necesario poner claridad a estos proyectos si es que verdaderamente queremos realizarlos. Para ello es necesario plantearnos el cómo, el cuándo y el por qué; y saber que sea cual sea el camino por el que optemos estará también sujeto a futuros cambios y adaptaciones. Pero si no empezamos a andarlo nunca llegaremos a lograr nuestros objetivos de nuestro plan profesional.
Entonces, ¿por dónde empezar? En primer lugar, necesitas claridad. Escribe aquello que deseas conseguir, por ejemplo, en los próximos 6 o 9 meses. Esto te permitirá convertir tus objetivos en algo más tangible y realista. ¿Son alcanzables? ¿Son opuestos? Revisa tu lista hasta comprobar que aquello que te planteas es posible, así evitarás poner tus energías en cuestiones inalcanzables que acabarán por generarte frustraciones.
Después, es hora de centrarse en el “¿Por qué?”. Si respondes a esta simple pregunta con sinceridad, podrás descubrir las verdaderas motivaciones detrás de cada objetivo planteado y probablemente, entender que algunos de los motivos que nos impulsan no valen realmente el esfuerzo o que otros son más importantes. Junto a cada objetivo, responde porqué deseas alcanzarlo y luego establece un orden de prioridades. ¿Cuáles son realmente importantes para ti y por qué?
Si has realizado este ejercicio honestamente y reflexionando en cada paso, probablemente sepas ahora algo más sobre ti mismo y tus aspiraciones. Entonces, es momento de analizar los resultados para encontrar similitudes y puntos de encuentro entre tus objetivos y también desestimar los que no sean prioritarios. Observa el modo en que los objetivos propuestos colaboran entre sí o se obstaculizan mutuamente. Selecciona aquellos que se encaminan en el mismo sentido y que harán que tu proyecto sea coherente.
Ahora es momento de trazar un plan de acción. No te propongas realizar cambios drásticos en tu vida de un día para otro, ni pretendas elaborar un plan extremadamente detallado. La planificación se irá adaptando a las necesidades siempre que tú tengas en claro cuáles son tus verdaderas prioridades.
Lo último que necesitarás es buscar el tiempo necesario para comenzar a trabajar. Que el reloj no sea una excusa para no cumplir tus objetivos. Recuerda que lo urgente no debe ser un obstáculo para lo importante. Con un poco de organización y voluntad podrás encontrar el tiempo necesario para ir desarrollando todos tus proyectos.
Quedan muchos meses por delante y seguramente tienes muchas metas en mente ¿Ya has pensado tu plan profesional de acción?