Perspectivas del teletrabajo tras el coronavirus
Casi el 31% de los trabajadores fijos por cuenta ajena podrían teletrabajar indefinidamente tras la pandemia. Así lo pone de manifiesto un informe del Banco de España (BDE), que analiza las perspectivas del teletrabajo tras el paso del coronavirus por nuestro país.
Esta nueva situación también ha revelado que los mayores de 40 años serán quienes más se beneficien de esta coyuntura. La razón es que se trata del grupo en el que se encuentra el mayor número de profesionales que cumplen con dos requisitos esenciales: ser asalariados y poseer un contrato indefinido.
La nueva realidad que se anuncia en tiempos de postpandemia también innova en el campo laboral. El teletrabajo se perfila como la opción más sensata de cara al futuro. En vista de que, desde las instituciones sanitarias, se incide en el hecho de que la COVID-19 ha llegado para quedarse, toca asumir que tendremos que aprender a convivir con esta enfermedad.
Ante este escenario, se plantea la necesidad de que las compañías tomen las medidas oportunas para no tener que afrontar otro cese temporal de su actividad. Para ello, será necesario adaptar las plantillas y el trabajo en remoto se baraja como la solución más rentable, fácil de implementar y productiva.
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El 30,7% de los trabajadores son asalariados indefinidos
Según se desprende del documento del BDE el mayor porcentaje de trabajadores son asalariados con contrato indefinido. Este dato resulta muy alentador para los mayores de 40 años debido, en buena medida, a la forma en que está estructurado el mercado laboral.
En el informe ‘El teletrabajo en España’ se recoge que, durante el pasado año, se registraron casi 12.114.000 trabajadores por cuenta ajena con contrato indefinido. Para el BDE, todos ellos podrían trabajar desde sus casas.
Si tenemos en cuenta que alrededor de 8.000.000 de estos empleados superaban los 40 años de edad, parece claro que este será el segmento más aventajado. En esta tesitura serían ellos los que se beneficiarían directamente del incremento del teletrabajo tras el coronavirus.
Los datos actuales recabados por el Banco de España señalan que menos del 5% del cómputo total de contratados indefinidos teletrabajan antes de la COVID-19. No obstante, según los cálculos de la entidad, esta cifra podría incrementarse hasta el 30,7%. Para ello solo es preciso que las organizaciones se replanteen su cultura empresarial. Esta debe dejar atrás el modelo presencial y focalizar sus acciones hacia el trabajo a distancia.
El teletrabajo tras el coronavirus en manos de los mayores de 45 años
El análisis realizado contempla la realidad del teletrabajo en España con respecto a otros socios de la Unión Europea. De hecho, su implantación ni siquiera nos sitúa en la media de la comparativa. En cuanto a implementación del trabajo a distancia, nuestro país ocupa el puesto 19 de 28. A pesar de ello, es posible extrapolar ciertos elementos esperanzadores, sobre todo para la mano de obra que supera los 45 años.
El BDE pone de manifiesto que de las casi 690.000 personas que teletrabajaron ocasionalmente durante el año pasado, más del 48,5% se encontraba en la franja de edad situada entre los 45 y los 65 años.
Además, también se ha observado que de las 952.000 personas que teletrabajaron más de la mitad de su jornada anual, el porcentaje de este segmento de edad subía hasta casi el 52%. La conclusión es clara: aunque el teletrabajo aún es incipiente en nuestro país, los trabajadores con más experiencia tienen entre 45 y 65 años.
Los mayores de 65 años pueden beneficiarse de mayor proyección
En tiempos en los que la edad parece ser una rémora para continuar dentro del mercado laboral, el informe del BDE concluye datos muy positivos para los empleados con más de 65 años. Según la institución, este segmento de la población cuenta con un mayor margen de mejora para trabajar en remoto.
En 2019 se contabilizaban más de 215.000 trabajadores que desempeñaban su actividad con más de 65 años. Sin embargo, no pasó del 14% la cifra de los que consiguieron teletrabajar ocasionalmente o más de la mitad de los días. No obstante, afirma el BDE, este colectivo de empleados posee un enorme potencial.
Concretamente, el Banco de España señala que “la mitad de este colectivo, el 43,5%, podría pasar a trabajar de forma no presencial”. Este hecho ayudaría a mejorar la calidad de vida de estos trabajadores al tiempo que rebajaría los gastos de sus organizaciones.
Parece que ha llegado el momento en el que los empresarios españoles deben dar un paso adelante en su manera de concebir la forma de trabajar. La cultura empresarial debe cambiar y abrazar el teletrabajo tras el coronavirus, con todos los beneficios que ello conlleva.