El antiguo entrenador del Fútbol Club Barcelona y futuro entrenador del Bayer de Munich, Pep Guardiola, ha sido y sigue siendo un referente en liderazgo de equipos. Su actitud tranquila y calmada, su transmisión de valores como el compañerismo, el esfuerzo colectivo y la humildad han creado escuela y han marcado un nuevo estilo de liderazgo a nivel deportivo que es fácilmente extrapolable al mundo empresarial.
Presentado a menudo como la antítesis del estilo más agresivo y punzante del entrenador del Real Madrid, José Mourinho, Pep Guardiola se ha erguido como nuevo referente del liderazgo comprometido y humilde y, a la vez, exitoso y triunfal.
La clave de su estilo es, quizás, la habilidad por mantener el hambre de victoria y el afán de superación en un grupo de profesionales que ya habían alcanzado las máximas cotas de triunfos y galardones. Y todo ello aderezado con un afán persistente por mantener el respeto a los equipos rivales y con la humildad por bandera tanto al asumir la victoria como al enfrentar la derrota.
Además, una vez lograda la victoria, Pep Guardiola se ha caracterizado por tratar de comunicar que éstas llegan fruto del esfuerzo colectivo, ensalzando a sus jugadores como un todo y huyendo de la glorificación hacia su persona.
En resumen, igual que un buen jefe de equipo empresarial, Guardiola ha sabido transmitir a los integrantes de su grupo de trabajo los objetivos a cumplir y, además, mantenerlos motivados para que se sigan esforzando al margen de los resultados obtenidos.
