Los 5 peores compañeros de trabajo
Publicación
02 de diciembre de 2014
Lectura: 2 minutos
En cualquier empleo encontrarás los más variados compañeros y, curiosamente, muchas veces te parece encontrarte con las mismas personalidades: algunas optimistas y positivas para tu desarrollo y otras pesimistas y muchas veces nocivas. Hoy te hablamos de cinco personalidades que podrías encontrar en cualquier trabajo y que, de no saber tratar con ellas, pueden volverse tus peores compañeros:
- El cotilla: es el principal interesado en la vida privada de todos en la oficina y el primero en hablar de la intimidad de quienes no están presentes. La mejor clave para relacionarte con él es no entrar en su juego y no mostrarte interesado en sus comentarios sobre los demás.
- El holgazán: te intriga cómo es que aún conserva su empleo si a menudo llega tarde o se va antes de hora, siempre encuentra algo más entretenido que hacer que su trabajo y -a menos que el jefe esté presente- no se lo ve interesado en ninguna tarea de la oficina. Está bien mantener buenas relaciones con todos pero no te dejes influenciar por sus constantes desmotivaciones. Por más que a veces te parezca injusto que reciba igual remuneración que los demás, la peor tarea del holgazán es lidiar con su propia apatía ante la vida.
- El nuevo: los aires nuevos son geniales, pero a veces se transforman en huracanes! En toda oficina aparece de tanto en tanto un nuevo compañero que con su energía de recién llegado detecta absolutamente todo lo que puede ser modificado en el trabajo. Si bien sus intenciones pueden ser las mejores, no dejes que su desbordante energía te desestabilice, especialmente si tienes una personalidad muy ansiosa. Siempre existirán muchas cuestiones a mejorar en la oficina pero todo cambio para ser exitoso deberá ser paulatino.
- El narcisista: probablemente esté siempre impecable y mágicamente se atribuya el mérito por absolutamente todo. Estos personajes parecen creer que todo lo bueno que ocurre alrededor sucede gracias a ellos. Una personalidad de este tipo en realidad refleja mucha inseguridad y necesidad de reconocimiento. Puedes relacionarte con él y disfrutar de sus historias maquilladas, pero sé muy cauteloso y no permitas que se adjudique tus propios logros.
- El histórico: en contraposición al recién llegado -que desea cambiar absolutamente todo-, está ese compañero que lleva más años que todos los demás dentro de la empresa y aún sigue ocupando el mismo cargo. Él ha visto pasar por allí a un sinnúmero de empleados y probablemente, también, a muchos de los jefes. No ambiciona más que seguir en su actual puesto, conoce todas las historias de la oficina y en su interior conserva el íntimo deseo de que nada varíe jamás. Le cuesta adaptarse a los cambios y luchará por conservar las estructuras y las viejas costumbres. Pero a pesar de su resistencia, los cambios ocurren todo el tiempo. No te dejes aplacar por su falta de entusiasmo, su inercia esconde un gran temor y desconfianza en el futuro.
Saber adaptarse al medio laboral es también aprender a trabajar junto a las personalidades más diversas. A veces relacionarnos con algunos compañeros es un verdadero desafío, por ello, saber conocerlos nos facilitará empezar a entenderlos y descubrir el mejor modo de trabajar a su lado sin afectar nuestra actitud y motivación.
Etiquetas: compañeros, relaciones personales
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