“Hace falta pasión y esfuerzo para sobrevivir a la montaña rusa emocional que supone emprender, pero la clave es aprender”
Detrás de Waynabox está la idea de tres amigos ingenieros, Pau Sendra, Ferran Blanché y Dani Jiménez, que hace unos años quisieron recuperar la esencia del viaje en avión creando una startup que organizara escapadas lowcost a destinos sorpresa. Los viajeros pagan un máximo de 150 euros, preparan la maleta y se olvidan de todo lo demás, incluso de elegir el destino. En Adecco hablamos con Pau Sendra para que nos cuente cuáles son los secretos del éxito de esta empresa, que ha pasado de cuatro trabajadores a más de veinte en apenas dos años.
¿Cuándo te diste cuenta de que había llegado el momento de emprender?
Los fundadores de Waynabox nos dimos cuenta de que había llegado el momento de emprender cuando estábamos buscando en el mercado un producto, para disfrutarlo nosotros mismos, y no existía. Entonces nos preguntamos ¿por qué no crearlo?
Queríamos viajar de una manera más espontánea, sin tener que planificar mucho antes, así que nos pusimos manos a la obra.
¿Qué es Waynabox? ¿Cómo surgió la idea de crear esta startup y por qué te sumaste al reto?
Venimos de una época en la que planificar los viajes se ha convertido en algo engorroso y aburrido (fluctuación de precios de las compañías aéreas, infinitos hoteles y reviews…), así que decidimos revivir la emoción de ir al aeropuerto y volar en cualquier avión a punto de salir. Así, nació Waynabox. Como contamos en nuestra web, se trata de una propuesta con la que ofrecemos viajar de forma más divertida, emocionante e inesperada. ¡Y siempre al mejor precio!
Ahora Waynabox es una realidad, ¿qué ha sido lo más complicado de este proceso en el que hay que convertir una idea en algo tangible?
Sin duda, el rápido crecimiento de la empresa: asentar las bases y valores de un equipo que ha evolucionado tan rápido, y crecer profesionalmente a la misma velocidad que lo ha hecho el equipo y el producto.
¿Y lo más satisfactorio?
Si tengo que elegir una cosa me decanto por los mensajes, las postales y los e-mails que nos llegan de los clientes, en los que nos felicitan por el trabajo bien hecho. También es muy satisfactorio cuando ves que la gente repite.
¿Cómo es tu día a día en la oficina?
La verdad es que no hay dos días iguales. Nuevos retos entran por la puerta cada día y todo el equipo debe adaptarse para afrontarlos de la manera más eficiente posible.
Las reuniones y los brainstorming son el día a día de un equipo que trata de abrir camino en una selva desconocida.
Por último, ¿crees que los emprendedores nacen o se hacen?
Se hacen. Evidentemente, hace falta pasión y esfuerzo para sobrevivir a la montaña rusa emocional que supone emprender, pero la clave, sin duda, es aprender y adaptarse a las nuevas funciones y responsabilidades que, además, van cambiando con el tiempo y el crecimiento de la empresa.
