Oona Chaplin: “Hay que trabajar duro e inspirar a la gente”
Bisnieta del dramaturgo estadounidense Eugene O’Neill, nieta del mítico Charles Chaplin y de Oona O’Neill, e hija de la reconocida actriz Geraldine Chaplin y el cinematógrafo Patricio Castillas, Oona definitivamente lleva el arte en la sangre.
Tal como ella misma señala, el apellido “Chaplin” ha sido una importante referencia para la carrera profesional de la joven actriz: “Me influyó muchísimo haber estado expuesta al mundo del gran cine que intenta elevar el alma y llegar al corazón. Estoy muy orgullosa de formar parte de esta familia. Ojalá que el día que yo me muera pueda mirar atrás y decir: ‘Yo honré aquello que heredé’, indicó en una conferencia de prensa y, en otra oportunidad, demostrando gran inteligencia para aceptar y también aprovechar su historia heredada señaló: “Como no sé cómo sería la vida sin mis conexiones de Chaplin, trabajo con ellas”.
La joven artista estudió interpretación en la RADA (Real Academia de Arte Dramático) de Londres y, tras haber hecho trabajos como “Quantum of Solace”, “Para qué sirve un oso”, “Purgatorio” y la serie “Dates”, saltó definitivamente a la fama internacional por su participación en “Juego de Tronos”.
Recientemente, Oona ha protagonizado también la reconocida serie melodramática “Taboo” y en relación a ello, en una entrevista con el diario nicaragüense Metro, advirtió: “La humanidad está obsesionada con el poder, y eso es lo más ridículo y peligroso que existe. Juego de Tronos y Taboo nos enfrentan a nuestros propios deseos de poderío”.
Para Oona, el mayor atractivo de sus trabajos consiste en indagar en aquello que se esconde detrás de cada uno de sus personajes: “Cada papel es un ser humano, y cada ser humano es un universo. Cuando se habla de trabajo con mi familia, generalmente tenemos curiosidad por ese universo que ofrece cada papel”, indicó.
Con raíces mapuches, rumanas e inglesas, la artista madrileña se siente una verdadera ciudadana del mundo e inclusive ha viajado a Chile para explorar personalmente sus raíces indígenas. “No tengo coches, no compro ropa… lo que compro son billetes de avión”, remarcó.
A sus 30 años, la artista cuenta ya con una interesante trayectoria y se presenta actualmente como una de las actrices españolas con mayor proyección internacional y con un espíritu de trabajo inagotable: “mi abuelo venía de la pobreza, de la Inglaterra victoriana, y no tenía nada. No tenemos excusas. Hay que trabajar duro, contar cosas fabulosas, encontrar inspiración y devolverla e inspirar a la gente. Y ya está”, sentenció en entrevista con el periódico Abc.