Odiar tu trabajo puede pasar factura a tu salud
Un artículo publicado en la revista Forbes asegura que al odiar un trabajo se derivan consecuencias negativas en la salud. Así, entre el 20% y el 40% de los trabajadores odian su empleo, una actitud que, según los expertos, puede tener graves consecuencias para tu organismo.
Te explicamos cuáles son las patologías más comunes de odiar un trabajo:
Estrés
Como mínimo, pasamos en la oficina ocho horas al día. Demasiado tiempo para sentirnos a disgusto y no disfrutar con nuestras funciones o nuestros compañeros. El estrés, en estos casos, no tarda en aparecer, haciéndonos sentir más irascibles, más fatigados y con menos fuerzas para seguir hacia delante. Replantearnos la situación y buscar el lado positivo de las cosas puede ayudarnos a reducir el estrés y a recuperar nuestra salud, tanto física como psicológica.
Pérdida de sueño
Los pensamientos que te impiden estar a gusto en tu trabajo pueden acompañarte también durante la noche, acechándote y no dejándote descansar como deberías. Dormir bien es fundamental para gozar de buena salud, por lo que debemos aprender a gestionar de manera distinta esos pensamientos, dejándolos ir y centrando nuestra atención en algo que nos ayude a conciliar el sueño.
Aumento de peso
El estrés que nos genera estar a disgusto en un sitio nos hace sentir más débiles, sin fuerzas, por lo que nuestras rutinas deportivas suelen ser las primeras en verse afectadas. Además, es muy habitual que el mismo estrés nos genere ansiedad y nos dé por comer más de lo que debemos.
Enfermedad
Por último, no hay que olvidar el gran poder que reside en nuestra mente. Estar siempre rodeados de malos pensamientos y de sentimientos de insatisfacción constante perjudica gravemente a nuestro sistema inmune, que se ve debilitado. Así, nos podemos convertir en personas más propensas a sufrir enfermedades comunes y, en el caso de personas hipertensas o con problemas cardiológicos, relacionadas con el corazón.