Sólo al 13% de los empleados de todo el mundo le gusta ir a trabajar, según una encuesta de Gallup que recoge datos de 140 países. Por contra, el 63% de los trabajadores no están motivados a la hora de ir a trabajar. Que nos guste nuestro trabajo y sentirnos motivados cada día al levantarnos puede estar condicionado por factores externos a nosotros, como el entorno laboral, los compañeros, el trabajo propiamente dicho, nuestros jefes, el salario, los beneficios sociales que tenemos, etc. No dependerá de nosotros, al 100%, el mejorar esos aspectos. Pero hay otras cosas que están en nuestras manos. Son pequeños gestos de actitud que pueden conseguir grandes resultados.
- Piensa en positivo. Lo hemos dicho mil veces, y es muy importante. La manera en como tu percibes las cosas, la importancia que les das, si potencias más los aspectos negativos o los positivos,… acabará influyendo también en cómo te sientes respecto a lo que haces o lo que te sucede. Busca lo positivo de tu trabajo y poténcialo. Valora más aquello que te hace sentir bien de tu trabajo.
- Modifica tus rutinas laborales. La monotonía puede generar desmotivación. Repetir cada día las mismas cosas y hacerlas de la misma manera puede hacerte caer en un estado de apatía con tu trabajo. Una situación que te hará sentir desdichado. Pero seguramente si te paras a pensar, hay cosas de tu trabajo que te gustan. Son aquellas cosas por las que empezaste tu carrera en ese sector o las que te hacen sentir bien cuando llegas a casa. Poténcialas. ¿Por qué no intentas hacerlas de otra manera y evitar caer así en la monotonía? Cambia tus rutinas y intenta conseguir tus objetivos de diferentes formas. Y intenta que esas rutinas te satisfagan.
- Sé proactivo. Si estás desmotivado y no te sientes comprometido con la empresa (por los motivos que sean), debes cambiar esa tendencia. Sólo te generará insatisfacción y te sentirás infeliz en el trabajo. Vuelve a buscar tu lugar en la empresa, aporta tu visión, ayuda a tus compañeros, asume más responsabilidades de las que tocan,… Te ganarás la confianza de tu jefe y, además, te confiarán nuevas tareas. Y eso te ayudará a sentirte mejor en el trabajo.
- Potencia las relaciones positivas. En todos los entornos laborales hay gente que genera un ambiente positivo y otras que son destructivas. Aléjate de las segundas y rodéate de las primeras. Si vas a trabajar sabiendo que compartirás la jornada laboral (y los proyectos) con personas que te hacen sentir bien, seguro que el trabajo te gustará más.
