Nombrar tu negocio puede resultar todo un desafío. Queremos que nos identifique, que sea original y atractivo, pero lo primero que tenemos que tener en cuenta es que sea útil para nuestros objetivos.
Hay tres principios básicos que te ayudarán a la hora de tomar esta decisión de nombrar tu negocio:
1. Que no sea agresivo: lo más recomendable es que el nombre sea sencillo, fácil de recordar y sin ninguna connotación negativa que pueda herir sensibilidades. Piensa también en los nombres de la competencia para que el tuyo no se confunda con ninguno de ellos. Por otra parte, ten presente que es prácticamente imposible resumir en una palabra o frase todo lo que se hace en tu negocio. En cambio intenta pensarlo como una creación artística con un estilo que sea natural a tu sector y que recuerde a él.
2. Que sea de tu propiedad: en la actualidad, y debido a la gran competencia que existe entre los nuevos emprendimientos, es muy recomendable ser propietario del nombre de tu empresa (y por tanto, de la URL), especialmente si es un negocio web. Es importante que la dirección URL coincida con tu marca y, muchas veces, escoger un nombre que esté disponible puede ser un gran dolor de cabeza.
3. Imagen: finalmente, tu marca ha de transmitir una impresión acorde con tu negocio. Piensa en ella en términos de la categoría a la que corresponde, el target al que te orientas y el tono de acuerdo al tipo de sector en el que te desempeñas. Es importante que exista coherencia entre la actividad a la que te dedicas (seria y profesional o divertida y relajada, por ejemplo) y el nombre que finalmente le des a tu empresa; en caso contrario, podrías estar ofreciendo mensajes contradictorios a tus clientes y hasta generar efectos contraproducentes.
