Irene Villa: “No elegimos lo que nos pasa pero sí cómo lo afrontamos”
La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, el saber escuchar e interpretar los gestos de los demás y, en definitiva, saber gestionar las emociones propias ajenas para relacionarnos mejorar nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos. Será, además, una de las siete competencias más demandadas en el mercado laboral de los próximos 5 a 10 años, tal como os explicamos recientemente en el Campus Adecco, en el que contamos con la presencia de Irene Villa, periodista, psicóloga y deportista paralímpica que hoy, en Conversaciones, nos habla más a fondo de esta competencia.
Irene, ¿la inteligencia emocional se aprende?
Tanto el control emocional, como la actitud positiva y la paz interior son ingredientes imprescindibles dentro de cada ser humano, y se aprenden a lo largo de vida como cualquier cualidad y valor humano que hemos de respetar quienes venimos a compartir el planeta. La educación implica también enseñar a los niños a tolerar la frustración, luchar por lo que quieren, manejar emociones como el miedo y la ira, y ser felices. Son los principios que garantizan una sana convivencia y una vida plena.
¿Qué características definen a las personas que cuentan con esta competencia?
Serenidad, templanza, asertividad, empatía, capacidad resolutiva, autoexigencia…
¿Qué ventajas tiene para uno mismo desarrollarla?
Las ventajas son incontables. Por ejemplo, sentirte mejor, saber manejar las situaciones sin tener que llegar a límites que muchas veces resultan dolorosos, crear un buen ambiente con asertividad, conseguir cohesionar, por ejemplo, a un grupo de trabajo, aligerar tensiones, mejora tu calidad de vida, tener un mejor estado de ánimo y fomentar la mejora del de los que nos rodean. Y también conseguimos moderar y combatir el estrés, con lo que nuestra salud general mejora.
¿En qué aspectos de tu vida te ha ayudado a ti la inteligencia emocional?
A mí me ha ayudado muchísimo, principalmente a aceptar todo lo que me ha ido ocurriendo en la vida. Me ha ayudado a ser dueña de mí misma, a afrontar diferentes etapas con el mejor estado de ánimo y con calma ¡que no resignación!
¿Crees que hay algunos empleos en que la inteligencia emocional es más importante que en otros?
En cualquier tipo de empleo, así como en nuestra vida personal, familiar y social, es importantísimo tener el control de nuestras emociones. Nos ayuda a tener una actitud más relajada ante cualquier situación, a tener una conducta serena, a controlar el estrés y la ansiedad, a disfrutar de todo lo que tenemos a nuestro alcance y a luchar por lo que podemos conseguir.
¿Qué recomendación darías a los jóvenes que entran ahora en el mercado laboral?
Principalmente, que crean en ellos mismos. Esa es la base de poder crear lo que uno desea. Y que tengan la seguridad de que son los dueños de sus emociones y, por lo tanto, de su destino: no elegimos lo que nos pasa pero sí cómo lo afrontamos. Lo más positivo es hacerlo con perseverancia, esfuerzo, resiliencia, energía positiva y mucho amor propio, así conseguirán dar lo mejor de sí mismos en el mundo laboral.