Nanomédico, el doctor de las miniaturas
Si bien aún no es posible estudiar la carrera de nanomedicina, ya existen verdaderos profesionales de la nanotecnología dedicados a la noble tarea de indagar en el campo de la medicina para buscarle cura a las enfermedades a nivel celular o molecular: el nanomédico.
Gracias a la nanotecnología los profesionales logran manipular material de un tamaño inferior a 1 micra (1.000 veces más pequeño que un milímetro) y crear sistemas o nanobots capaces de, por ejemplo, introducirse en las células del cuerpo.
Existen en la actualidad tres principales áreas de aplicación: el análisis y diagnóstico con dispositivos cada vez más pequeños; la liberación de fármacos, a través de nanomedicamentos que reducen los efectos secundarios y se dirigen específicamente a donde son necesarios; y la medicina regenerativa, que aplica la terapia celular para la restauración de la función de órganos, tejidos y células.
Los conocimientos necesarios para el avance de estos desarrollos requieren de estudios interdisciplinarios que involucran tanto la biomedicina, como la biotecnología y la ingeniería robótica.
Si bien la aplicación de esta tecnología aún es muy limitada, los prometedores resultados que ya comienzan a conseguirse en este campo permiten ilusionarse con la idea de que la nanomedicina, y por ende el nanomédico, se convierta en una herramienta fundamental para la medicina del futuro.