Morgan Freeman o ¡cómo lograr que lluevan propuestas de trabajo!
Es una de las grandes leyendas de Hollywood. Actor y director, Morgan Freeman, ha dado vida en la pantalla grande al presidente de los Estados Unidos, a Nelson Mandela e incluso al mismísimo Dios. En 2017, cumplirá 80 años y contará con unas 76 películas en su haber. Sin embargo, los aplausos de Hollywood no llegaron a su vida ni fácil ni rápidamente.
Se cuenta que fue casi por casualidad que de niño, Morgan Freeman, se involucró con la actuación, cuando a la edad de ocho años debió participar en una competencia actoral en la escuela como castigo por haber hecho caer a una compañera al quitarle la silla. Para sorpresa de todos, Morgan demostró un talento natural para desempeñarse sobre los escenarios.
Sin embargo, el arte dramático no estaba en los proyectos de aquel joven soñador, quien por entonces fantaseaba con pilotar aviones de las Fuerzas Aéreas estadounidenses. Así que, a la acabar el instituto, optó por rechazar una beca para estudiar actuación y, en cambio, se alistó en el ejercito. Pero para su desilusión, fue designado a tareas de mecánica y cinco años más tarde, comprendió que aquello estaba muy lejos de sus fantasías.
'Muchos siguen viviendo sin entender que su verdadero talento está en otro lado' Morgan Freeman Share on XEn 1959, finalmente Morgan deja las Fuerzas Aéreas y retoma el camino de la actuación, tomando clases de arte dramático en Los Ángeles: “A menudo sucede que un día te das cuenta de que a lo largo de muchos años tu vida fue una zona de desgracia solo porque ibas en la dirección equivocada. Muchas personas siguen viviendo así sin entender que su verdadero talento y vocación están en otro lado”, declaró el actor.
Pero el reconocimiento por su labor actoral no llegaría tan pronto. Por el contrario, los comienzos de su carrera profesional no fueron nada sencillos. El actor se presentaba continuamente a audiciones con muy poco éxito; y debió subsistir con pequeños empleos y papeles secundarios durante largos años. “El mayor desafío fue continuar creyendo que yo podía, que eso era posible. Porque fueron muchas veces cuando yo despertaba con nada y no sabía dónde ir ni cómo llegar, si había algún lugar dónde ir. Mi primer cheque por mi actuación en un teatro en New York fue en 1967. Lo había logrado”, confesó recientemente el actor en una entrevista publicada en el periódico La Vanguardia.
'Hubo momentos en los que lamentaba que mi carrera en el cine empezara tan tarde' Morgan Freeman Share on XMorgan siguió interpretando pequeños papeles en televisión durante los años ’70, y no fue hasta finales de los 80’ que logró captar la atención de la crítica, cuando obtuvo su primera nominación al Oscar, como mejor actor secundario por su labor en El Reportero de la Calle 42 (“Street Smart”, 1987). Para entonces, Freeman ya tenía 50 años: “Hubo momentos en los que lamentaba que mi carrera en el cine empezara tan tarde. Pude haber logrado más. Pero estoy muy agradecido con mi destino porque mi carrera empezara un día, porque no existe ninguna garantía del todo. Pudo no haber sucedido nada”, señaló el actor en otra oportunidad.
Ya en los ‘90 la popularidad de Freeman le permitió intervenir en filmes de gran presupuesto y participar de grandes éxitos como: “Sin perdón” (1992), “Cadena perpetua” (1994) y “Seven” (1995); hasta que, finalmente, obtuvo su primer papel protagónico en el año 1997 con “El coleccionista de amantes”.
Desde entonces, a Morgan Freeman no ha dejado de lloverle trabajo y un éxito le ha seguido a otro, entre ellos: “Deep Impact” (1998), “Pánico nuclear” (2002), “Como Dios” (2003), “Ahora o nunca” (2007), “Wanted” (2008), tres entregas de la saga de Batman (“Batman Begins”, 2005; “El caballero oscuro”, 2008, “El caballero oscuro: la leyenda renace”, 2012), “Invictus” (2009), “Lucy” (2014) y la comedia “Ted 2” (2015).
Lejos quedaron esos años en que parecía imposible obtener un papel en una obra. Hoy, Morgan Freeman vive una realidad que a sus 40 años parecía imposible. ¿Cómo lo hizo? Confianza en sí mismo, perseverancia y pasión, tres claves fundamentales que le impulsaron a perseguir sin descanso sus sueños, sorteando todos los obstáculos y las dificultades, para construir poco a poco su propia leyenda.