Durante el mes de abril la moda sostenible se puso especialmente en boga. Dos iniciativas de especial relevancia como el “Fashion Revolution Day” -en el que se conmemoró el primer aniversario de la caída del edificio Rana Plaza de Bangladesh, en el que murieron más de mil trabajadores- y la III Jornada de Moda Sostenible Slow Fashion Spain, fueron escenarios propicios para instalar el debate sobre la importancia de dar un giro sostenible y respetuoso del medio ambiente y la comunidad en este ámbito.
Demostrar que es posible la creación y el diseño textil sin consecuencias dañinas para el entorno es el principal objetivo de estas iniciativas que buscan concienciar a la sociedad exhibiendo sus diseños sostenibles y su dedicado trabajo.
En la III Jornada de Moda Sostenible que se llevó a cabo en el Museo del Traje de Madrid, se incluyeron charlas sobre el ecodiseño (el diseño que considera acciones orientadas a la mejora ambiental del producto o servicio en todas las etapas de su ciclo de vida); la biomímesis (que intenta entender y aplicar a problemas humanos, soluciones procedentes de la naturaleza en forma de principios biológicos, biomateriales, etc.); los químicos tóxicos lanzados al medio ambiente que se acumulan en los cuerpos; los materias sostenibles, certificaciones y procesos limpios; entre muchas otras temáticas vinculadas al mundo textil.
Durante esta jornada se habló también sobre la situación del sector en el país y se planteó la necesidad de indagar en la realidad de otros países y regiones, donde la fusión de la economía y la ecología son cada vez más palpables. Iniciativas como éstas permiten soñar con un mundo distinto, donde desarrollar las potencialidades de cada uno sin necesidad de perjudicar al planetas ni a quienes lo habitan.
