“México me permitió volver a trabajar de periodista y creer en mí mismo”
A pesar de tener el título de periodista y experiencia nacional e internacional en medios de comunicación de la talla de la Agencia Efe, Martí Quintana no encontraba trabajo en España. Después de dos años de búsqueda infructuosa, decidió hacer las maletas y lanzarse a la aventura en México. En menos de un mes, consiguió un empleo como redactor que le ayudó a volver a confiar en sí mismo. Hablamos con él para que nos cuente, sin tapujos, lo mejor y lo peor de vivir en Ciudad de México.
¿Cuándo llegaste a México? ¿Qué te llevó hasta allí?
Llegué el 20 de febrero de 2014, con 27 años. Llevaba más de dos años sin encontrar trabajo de periodista en España y sentía que era el momento de cruzar el charco y probar suerte en América Latina. Ya había vivido un año en Ecuador y la experiencia había sido muy grata.
¿México es un país muy distinto a España? ¿Cuáles son los principales hándicaps con los que te has encontrado?
Además de la lengua, que es una gran ventaja, entre México y España hay muchas similitudes culturales e históricas. El carácter de los mexicanos es bastante parecido al de los españoles: cálido y cercano. Y es relativamente fácil sentirte acogido.
Pero también hay muchas diferencias: los mexicanos son, en líneas generales, bastante informales, y esto puede llegarte a enloquecer. Es indispensable entender sus tiempos, sus formas de gestionar las responsabilidades y tener paciencia.
¿Crees que en México hay oportunidades laborales para extranjeros?
En México hay muchas oportunidades laborales, tanto para nacionales como para extranjeros. No obstante, la competencia también es ardua. Te beneficia el hecho de ser extranjero y, en mi caso, tener un título europeo.
Yo tuve mucha suerte porque me fui a México totalmente a la aventura y, al mes, había encontrado trabajo de periodista, cuando en España ya no ejercía desde hacía tiempo, y logré rápidamente tener el permiso de residencia y trabajo. Esto no es tan fácil, pues hay muchas empresas que no quieren hacer los trámites pertinentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y, aunque les gustas, no te contratan.
Hay que tener en cuenta que las condiciones laborales en México son generalmente malas. Los salarios son habitualmente bajos y el país tiene uno de los salarios mínimos diarios más bajo de América Latina, unos cuatro euros. En México, en muchos empleos ganar más de 10.000 pesos (500 euros) es toda una suerte. Si bien en la Ciudad de México los sueldos son habitualmente más altos que en el resto del país.
A los españoles también nos choca el tema de las vacaciones. El primer año no tienes vacaciones y, ya en el segundo, te tocan por defecto 5-6 días laborables. Si te mantienes en la misma empresa te suman dos días por año trabajado, hasta llegar a un máximo de 15-20. Todo esto acostumbra a ser negociable y, según el trabajo o cargo que tengas, puedes tener más ventajas. Pero el punto de partida es bajo.
¿Qué es para ti lo mejor de vivir allí? ¿Y lo peor?
La Ciudad de México es increíble. Tiene una oferta cultural que no te la acabas y es tan rica en matices que, a pesar de llevar tres años y medio allí, siento que no termino de conocerla. A pesar de la imagen que se pueda tener, tiene zonas muy bonitas y seguras. Yo, por ejemplo, me muevo muy a menudo en bicicleta, con un servicio de cicloestaciones implementado idéntico al Bicing de Barcelona.
Pero mi relación con México va más allá de la confortabilidad en el día a día. Para mí el país supuso volver a trabajar de periodista y creer en mí mismo. En lo bueno y en lo malo, México es una máquina de generar noticias.
No es oro todo lo que reluce. En el día a día, la capital del país puede ser caótica y agobiante: mucho tráfico, mucha gente y mucha contaminación. Es indispensable, si puedes permitírtelo, vivir cerca del trabajo.
Aunque muchas zonas de la capital son seguras, el país sigue presentando graves deficiencias en este campo. Esto implica que absolutamente siempre vas con cuidado y en estado de alerta.
¿Te gustaría mudarte a otro país?
De momento estoy muy bien en México, pero tampoco me veo envejeciendo en el país. Al menos en la capital no me gustaría vivir toda la vida. Cambiarme de país dependerá del trabajo.
¿Y volver a España?
Volver a España no es una opción, al menos de momento. Reconozco que la calidad de vida es envidiable y extraño a mi familia, pero cuando me fui lo hice cansado de un país que no me brindaba oportunidades. Si regreso, quiero volver con un buen plan.
Muy pocos españoles se plantean emigrar a México ¿crees que deberían probar suerte allí? ¿Qué les recomendarías?
México tiene una comunidad bastante grande de españoles. Algunos son exiliados de la Guerra Civil Española y sus descendientes, y otra gran comunidad llegó con la crisis económica mundial que empezó en 2008. Cuando yo llegué en 2014 cada mes, en mi entorno más cercano, dábamos al menos una fiesta de bienvenida a algún recién llegado. En el último año, esto ya cambió y está arribando menos gente.
Creo que México es un muy buen sitio para probar suerte porque el país es gigante y hay muchas oportunidades laborales. Se apoya el talento extranjero y, si llegas sin trabajo, tienes seis meses como visa de turista, lo que te da tiempo a instalarte, buscar trabajo y valorar si te merece la pena, o no, el esfuerzo.
Mis recomendaciones son muy generales: ir con muchas ganas y sabiendo que, a pesar de las oportunidades, nadie te regala nada. Tener mucha paciencia en los temas burocráticos y no tirar la toalla a la primera. El país es también muy desigual, y el ‘shock’ es inevitable. Si buscas un confort europeo al 100 %, esta no es tu opción. Pero a la vez es un país vibrante, acogedor y apasionante.