“Lo mejor de esta experiencia es conocer de cerca otras culturas”

Ante la escasa perspectiva de tener un desarrollo profesional en el mundo de la abogacía en España, Mercedes Catalán decidió hacer las maletas y mudarse con su marido a Estocolmo. Él acababa de encontrar un empleo y ella pensó que era una buena idea para estudiar y perfeccionar su inglés. Un tiempo después se mudó a Dublín y en la actualidad vive en Zúrich. En esta entrevista, Mercedes nos cuenta sus experiencias en tres ciudades europeas distintas y su forma de afrontar la búsqueda de empleo.

¿Cuándo y por qué decidiste emigrar?

Antes de mudarme trabajaba como abogado en Madrid. Mi marido terminó sus estudios en Estocolmo y le contrataron allí. A mí me gustaba mucho mi trabajo, pero no veía muchas posibilidades de evolucionar en mi carrera en España, así que decidí dejar mi trabajo e ir a Suecia con mi marido y aprovechar para perfeccionar mi inglés y estudiar allí un máster en Derecho y Tecnologías de la Información en la Universidad de Estocolmo.

Ahora vives en Zúrich, pero también has vivido en Dublín además de Estocolmo, ¿qué te ha llevado a hacer este periplo por diferentes ciudades?

¡Amor! Sobre todo, ha sido por el trabajo de mi marido.

¿Te ha costado adaptarte a vivir en el extranjero? ¿Qué ha sido lo más difícil?

Ha habido algún momento algo más difícil que otro, pero en general, diría que no me ha costado mucho. Supongo que porque cuando vives fuera pero con tu familia es más fácil, siempre tienes a alguien que te apoya cerca. Diría que lo más difícil fue la búsqueda de trabajo en Dublín, porque no es fácil para los abogados españoles trabajar en un país con un sistema legal tan diferente al español.

¿Qué consideras que es lo mejor de la experiencia de vivir en otro país?

Puede sonar muy tópico, pero para mí lo mejor de esta experiencia es haber podido conocer de cerca otras culturas a fondo. Su historia, su gente, sus tradiciones… Después de un tiempo viviendo en estos sitios acabas adoptando costumbres del país que luego se echan mucho de menos.

¿Encuentras grandes diferencias culturales entre los países en los que has vivido?

A pesar de ser todos países occidentales, cada uno tiene sus propias peculiaridades. Los irlandeses me recordaban mucho a los españoles, son muy tradicionales, muy abiertos y acogedores, y muy habladores. Los suecos son más reservados, cuesta más meterte en su grupo de amigos. De los suizos aún no puedo decir mucho, pero siempre que he tratado con ellos la experiencia ha sido muy agradable.

¿Qué ha sido lo que más te ha llamado la atención?

Sobre todo, en Suecia y en Suiza, lo muchísimo que aman la naturaleza. Gran parte del ocio en estos países consiste en ir de senderismo, montañismo, navegar por el archipiélago en Estocolmo, los deportes de invierno… ¡Me encanta esa actitud! He llegado a sentirme muy identificada con ella.

¿Te ha costado encontrar trabajo en cada una de las ciudades donde has vivido?

A Suecia fui con la intención de mejorar mi inglés y estudiar un máster en la Universidad de Estocolmo. Para cuando terminé el máster ya estaba viviendo en Dublín. Allí sí fue frustrante la búsqueda de trabajo. No podía ejercer como abogado allí y para muchas empresas estaba en un punto en el que me faltaba experiencia o me sobraban titulaciones. En Suiza aún no he empezado con la búsqueda de trabajo, antes quiero aprender bien alemán.

¿Qué planes tienes para el futuro? ¿Te ves de vuelta en España?

De momento nos quedaremos en Zúrich. Nos hemos movido mucho los últimos años y apetece asentarse un poco. Volver a España es una idea siempre presente, pero no creo que pase hasta dentro de unos años.

¿Qué le recomendarías a un joven que esté pensando en irse de España para estudiar y/o trabajar?

Estudiar fuera es una grandísima experiencia que recomendaría a todo el mundo: conocer otra cultura, conocer a gente de otros países y sobre todo te hace madurar muchísimo. Para trabajar fuera, el idioma del país al que quieres ir es importantísimo. Conocer de antemano qué tipo de trabajo se demanda en el país al que quieres ir es también muy importante.