Más luz, mayor productividad
Con una iluminación adecuada disminuyen los fallos y mejora la capacidad de concentración, aumentando así en gran medida la productividad. A la inversa, todas las molestias provocadas por la falta de luz influyen negativamente en nuestro rendimiento laboral.
Además, los problemas vinculados a una mala iluminación, como las jaquecas, la fatiga o el agotamiento, son peligrosos enemigos de nuestra salud que deben ser combatidos a tiempo. Incluso el estrés puede ser resultado de este tipo de molestias en el entorno laboral.
Las necesidades lumínicas del lugar de trabajo varían según las características del espacio, las tareas que se realicen allí, el tiempo de permanencia de los trabajadores y las particularidades de cada uno de ellos (edad, dificultades de visión, etc.). Por su parte, una buena iluminación es fundamental para evitar accidentes en el trabajo.
El equilibro entre cantidad, calidad y estabilidad lumínica es fundamental para lograr un buen confort visual. Algunas recomendaciones a tener en cuenta para conseguirlo son las siguientes:
- Aprovecha la luz natural. ¡Es gratuita y mejora nuestro estado de ánimo! La luz artificial debe ser un complemento de esta durante el día y, solo por las noches, una fuente principal.
- Utiliza luces generales y locales. Mezcla la iluminación uniforme y general con una focalizada para lograr la medida precisa de luz requerida para tus tareas.
- Pinta paredes y techos con colores claros que reflejan la luz con mayor intensidad.
- Considera el brillo y el reflejo generado por las pantallas de los ordenadores a la hora de trabajar.
- Ten en cuenta la orientación y ubicación de las luces, así como el disponer de un control individual para cada una de ellas que permita regular con mayor precisión la iluminación del lugar.
- Elimina sombras y brillos que dificulten el trabajo.
- Finalmente, recuerda que el mantenimiento periódico de las luces artificiales es fundamental para evitar gastos extras y colaborar con la sostenibilidad del medio ambiente. Conserva la limpieza y el buen estado de las luces, paredes, techo y ventanas para mejorar las condiciones lumínicas sin desperdiciar energía eléctrica.