Con todos los consejos prácticos que te hemos ido dando desde Adeccorientaempleo para enfrentar las entrevistas laborales, ya eres un experto en el tema. Sin embargo, siempre habrá cuestiones que pulir, por eso hoy hablamos sobre algunos pequeños detalles que pueden marcar la diferencia frente al entrevistador.
- Recuerda el nombre del entrevistador. El nombre es uno de los detalles más importantes de las personas. Así como te gustará que el entrevistador te llame por tu nombre, también busca dirigirte a él por su nombre (en los mails o personalmente al saludarlo, por ejemplo). Un detalle sutil pero efectivo a la hora de demostrar interés por las personas y los lugares.
- Espera antes de tomar asiento. Dale unos segundos al entrevistador para que te invite a tomar asiento y te indique dónde hacerlo. Si no recibes ninguna indicación, puedes preguntarle directamente o sentarte en el lugar que resulte más evidente.
- Lleva bolígrafo y libreta, además de las habituales copias del currículum, las cartas de presentación o tus referencias y otra documentación necesaria. Es bueno estar preparado para la eventual necesidad de tener que anotar nombres o indicaciones que los entrevistadores nos puedan dar. A veces podrás esperar hasta después de la entrevista para tomar notas, pero otras deberás apuntar algunos datos al momento. En este último caso, recuerda escribir de manera ágil sólo las palabras claves, para obstaculizar lo menos posible el curso de la entrevista.
- Interés. Todo reclutador desea contratar personal que esté realmente interesado y muestre pasión por ese empleo. Antes de acudir a una entrevista, ten presente cuáles son tus motivaciones para querer trabajar allí. Es importante explicar por qué te interesa esa oportunidad en particular y defender tu entusiasmo con argumentos. No se trata de verte desesperado por conseguir un empleo cualquiera, sino de mostrar una motivación especial por ese trabajo o esa empresa.
- Tono de voz. No sólo es importante lo que dices sino también cómo lo haces. Modula y utiliza un buen tono de voz para que el entrevistador pueda oírte correctamente. No esperes a que te pidan que repitas una respuesta.
Estos son pequeños detalles que, a veces, a causa de los nervios uno puede olvidar. Sin embargo, te ayudarán a marcar la diferencia respecto al resto candidatos que estén incluídos en el proceso de selección. ¡No te olvides!
