Cómo lidiar con un mal compañero de trabajo
El quejoso. El chismoso. El que se niega a trabajar en equipo. Desafortunadamente, independientemente de la elección profesional que hagas, es probable que descubras que no todos tus compañeros de trabajo pueden ser idóneos. Entonces, ¿qué haces si te encuentras en una situación en la que pasas tiempo con una persona que solo te causa frustración y desdicha? Teniendo en cuenta que tu carrera podría estar en juego, es importante aplicar algunas prácticas recomendadas diseñadas específicamente para ayudarte a trabajar con un mal compañero de trabajo.
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Responde con amabilidad
Puede parecer contradictorio tratar a alguien que es grosero contigo con algo que no sean respuestas mordaces, pero responder a los comportamientos maleducados con cortesía es una de las mejores vías a seguir.
Al no tomar represalias de la misma manera (es decir, negarse a ser grosero de vuelta), no solo eliges el camino correcto, sino que demuestra claramente que no estás dispuesto a agravar la situación y avivar el fuego de un conflicto en ciernes.
Aunque puede ser difícil mantener la calma ante la ira y la agresión fuera de lugar, canalizar tu zen interior como profesional de negocios te permite regular tus emociones fácilmente y es una señal de madurez y control, dos atributos importantes que no pasarán desapercibidos para los equipos de gestión y otras personas en el lugar de trabajo.
Evítalos cuando sea posible
A veces no es posible evitar un mal compañero de trabajo. Las reuniones obligatorias, la gestión colaborativa de proyectos necesaria y una cadena de mando fija pueden hacer que frustrar la energía negativa de tu colega problemático sea casi imposible.
Sin embargo, hay momentos a lo largo del día en los que puedes ejercer tu derecho a mantenerte alejado. Aprovecha la oportunidad para dar un paseo o tal vez trabajar desde un escritorio abierto o una sala de conferencias por un rato. Aunque puede parecer injusto, e incluso molesto, que tengas que tomar medidas para mantenerte alejado de alguien cuando es el problema, te debes a ti mismo tomar medidas cuando el comportamiento de otra persona tiene un efecto tan negativo.
Concienciar sobre la situación
La comunicación es vital en el lugar de trabajo, y compartir las inquietudes que puedas tener sobre cómo te está tratando un mal compañero de trabajo no es una excepción. Si la falta de civismo de otra persona es constante, expresa estas frustraciones a un compañero de trabajo de confianza o a un gerente.
A menudo, el maltrato puede surgir de una falta de conciencia. Tu retroalimentación puede brindarle a tu jefe o a la gerencia la oportunidad de mostrarle al colega grosero cómo lo perciben y posiblemente motivarlo a cambiar su actitud y comportamiento. Arrojar luz sobre la situación también puede alentar a otros a hablar y poner de manifiesto que ellos también se ven afectados por la parte problemática.
Abordar el problema de frente
Si te sientes cómodo hablando con tu compañero de trabajo agresivo, esa también es una opción viable. Esto es más efectivo cuando puedes sentarte a hablar sobre un patrón de comportamiento y dar ejemplos de dicho comportamiento. Por ejemplo, si este mal compañero de trabajo tiende a hablarte con condescendencia, asegúrate de poder mencionar algunos casos en los que esto haya ocurrido. Concéntrate en los problemas (no en el individuo) y en cómo afectan negativamente a tu relación profesional.
También es importante tratar de entender realmente su perspectiva. Tal vez sienta que ha sido maltratado, no es consciente de su comportamiento o ha estado lidiando con algo fuera del lugar de trabajo que ha afectado a su capacidad de ser civilizado. Tu objetivo es identificar las formas en que puedes interactuar armoniosamente en el futuro para que podáis trabajar juntos de la manera más eficaz posible. Solo recuerda usar un lenguaje neutral, escuchar tanto como hables y tener un mediador presente si crees que sería útil.
Tómate un tiempo para descomprimirte
Una de las mejores cosas que puedes hacer es desviar tu atención de la persona que te ha ofendido y centrarla en ti mismo. Hay cosas que están fuera de tu control (como las acciones y conductas de los demás), pero algo que sí puedes controlar es la atención que le prestas a tu propio bienestar.
¿Necesitas deshacerte de la frustración y la negatividad que te han provocado los demás? Medita, haz ejercicio o mira tu comedia favorita. Tal vez incluso te puedas dar un masaje para relajarte por completo o salir con amigos o familiares para rodearte de las vibraciones de las personas que te gustan.
A veces, el autocuidado es la mejor medicina contra un mal compañero de trabajo, especialmente en situaciones que no se pueden resolver de inmediato o cortar de raíz. Prioriza un tiempo de calidad para ti que te ayude a revitalizar tu estado mental; recuerda que tienes el control de muchos aspectos de tu propio bienestar.